Ada Colau se alinea con ERC para un pacto: "Somos un aliado real del proceso, a diferencia de CiU"
La futura alcaldesa afea "un intento partidista de instrumentalizar el proceso por parte de CiU" y se muestra dispuesta a gobernar en minoría si no hay acuerdo
La ganadora de las elecciones municipales en Barcelona, Ada Colau , se moja con el proceso soberanista, pero sin sumergirse. Se muestra a favor del derecho a decidir, como ha reiterado en varias ocasiones, pero evita mostrarse a favor de la independencia. En todo caso, Colau se muestra tan a favor del derecho a decidir que incluso lo usa para atacar a CiU, el actor del que parte la idea y que ha llevado hasta hoy la voz cantante del soberanismo: "Nosotros somos un aliado real del proceso, a diferencia de CiU, que ha rechazado muchas consultas" en Barcelona.
En declaraciones a TV3, la líder de BComú ha explicado que hasta el momento sólo se ha reunido brevemente con el PSC y ERC para intentar formar gobierno en la ciudad y que con ambas formaciones hay coincidencias en los programas y en las necesidades y prioridades sociales de la ciudad. Sin embargo, la opción republicana es la que más expectación genera.
Y todavía queda un contacto esencial para la formación del gobierno, el que tendrá que llevar a cabo con la CUP. Pero la futura alcaldesa se ha encargado de apuntar que si no se logra un acuerdo estable de gobierno está dispuesta a gobernar en minoría, con sus 11 concejales y con acuerdos eventuales con las formaciones de izquierda. "Queremos demostrar que se puede gobernar de otra manera, con la ciudadanía", ha resaltado.
A pesar de que este jueves Trias dejaba caer la posibilidad de un acuerdo con ERC y PSC -avalado por el PPC- para gobernar, Colau ha insistido en que él le transmitió que no era iniciativa suya sino que recibía presiones de una parte de su partido, de poderes fácticos de la ciudad y del PP. Esto quedó liquidado cuando PSC y ERC salieron a rechazar la oferta.
Mientras no se aclara el panorama de pactos para formar gobierno y se acaba de diluir la opción apuntada por Trias para un gobierno alternativo con ERC y PSC encabezado por él y avalado por el PPC, Colau sigue adelante con las negociaciones para encontrar parejas de baile. En esta tarea, hay una atención especialmente para el posible acuerdo con ERC, y aquí Colau ha confirmado que Alfred Bosch le ha puesto como condición principal para un apoyo su alineación y compromiso con el proceso soberanista, algo con lo que la futura alcaldesa se ha mostrado más que comprometida. Otra cosa es que ese compromiso incluya una defensa explícita de la independencia de Catalunya, lo que la futura alcaldesa no ha desvelado.
Colau se ha encargado de acentuar el guiño a los republicanos al declarar que "no pondremos palos en las ruedas al proceso sino que seremos un aliado", y criticar al partido de Artur Mas al decir que "ha habido un intento partidista de instrumentalizar el proceso por parte de CiU". Sus críticas son duras con el partido nacionalista, a quien personalmente también le reprocha que no haya tenido la delicadeza de felicitarla por haber ganado las elecciones y no respetar la decisión de los vecinos expresada en las urnas con sus últimas declaraciones, en las que se mostraba preocupado por el nuevo escenario municipal.
"No creo que sea un partido que esté por darle la voz a la ciudadanía habitualmente, otra cosa es lo que se diga en los discursos", ha reprochado. Es más, "nosotros siempre hemos estado en las movilizaciones" y "nos hemos mostrado a favor de la desobediencia de normas injustas". Por tanto, "estamos al lado de cualquier movilización que esté por el derecho a decidir" porque "es evidente que el modelo de Estado está agotado", ha insistido.
Preguntada por la posibilidad de que la Ciudad Condal pueda ingresar en la Asociació de Municipis per la Independència (AMI), Colau ha vuelto a insistir en que "ya que no se pudo hacer una consulta en condiciones, tenemos que darle la palabra a la ciudadanía".
Fórmula 1 y Mobile World Congress: "Son miedos interesados"
Sobre los proyectos de ciudad que el Govern ve "colgando de un hilo" en Barcelona y que podrían verse comprometidos por la gestión del nuevo gobierno municipal, la futura nueva alcaldesa ha insistido en que no hay que temer por su llegada al consistorio y que, aunque habrá cambios, no pretende eliminar o descartar aquellos proyectos que son buenos para la ciudad y que reviertan en la vida y en el bienestar de los vecinos.
En este sentido, Colau ha asegurado que no quiere cerrar el circuito de Fórmula 1 ni está en contra del Mobile World Congress, al contrario, ha insistido en que está deseando encontrarse con los dirigentes del certamen tecnológico para firmar la renovación del contrato y hablar con ellos para ver de qué manera se puede trabajar para hacer que su celebración repercuta mejor en la vida de los barceloneses. Para Colau, la alarma creada en los medios sobre este y otros asuntos "son miedos interesados".
La ganadora ha reiterado que no está en contra de la Fórmula 1 ni de los torneos de tenis, pero ha explicado que hasta ahora, el Gran Premio de Catalunya siempre ha tenido el apoyo de la Generalitat y que, gobernando CiU en Barcelona, "se ha utilizado al ayuntamiento como financiador" de muchas cosas, entre ellas la F1. Para Colau el Ayuntamiento de Barcelona "puede colaborar en muchas cosas pero no desde el punto de vista partidista", por lo que ha apostado por hacer más claro el balance entre la inversión y su retorno para la ciudad, de manera que si se tiene que rebajar la aportación del ayuntamiento se hará en beneficio de otros servicios municipales.
Algo parecido sucede con el modelo empresarial y de comercio. La alcaldesa electa ha comentado que el 95% de las empresas de la ciudad tienen menos de cinco trabajadores y que el comercio de proximidad emplea a más de 150.000 personas, por lo que deben ser objeto de defensa y atención del consistorio: "No puede ser que que se incumpla la legalidad y se paguen los impuestos por igual. No puede ser que los pequeños empresarios paguen todos los impuestos, los requerimientos y las multas y a los grandes no se les puedan tocar", ha denunciado.
Colau también ha hablado de la obra proyectada en la Diagonal para sustituir el edificio del Deutsche Bank por un hotel de lujo. Se ha cuestionado si "hace falta hacer un mega hotel de lujo o hacen falta otras cosas" en la ciudad. En este caso está dispuesta a intervenir para evitar que haya "una intervención del ayuntamiento que planea una torre de más de 100 metros con más plusvalía mayor para el fondo de inversión" que lo promueve.
Revisión de modelo y protocolos de la Guardia Urbana
Al final también se ha referido a la Guardia Urbana de Barcelona, un cuerpo cuyos representantes sindicales se habrían mostrado inquietos ante la llegada de Colau al consistorio barcelonés y que, en algunos casos de responsabilidad, estarían pensando en dejar el cargo.
La alcaldesa electa ha pedido calma y ha asegurado que todas las decisiones que se tomen serán por el bienestar de los trabajadores de la ciudad, que constituye la principal prioridad. En cambio, ha confirmado que está en contacto con "profesionales de la seguridad" con gran capacidad para llevar a cabo una gestión adecuada del cuerpo. En este sentido, Colau ha admitido que en la Guardia Urbana hay un conjunto de gente "que hace muy bien su trabajo" y ha habido gente que no y que ha abusado de la fuerza en determinadas circunstancias y que ha ejercido una "mala praxis".
De hecho ha puesto en el punto de mira de las críticas al grupo de antidisturbios del cuerpo: "Hace falta una revisión del modelo y de los protocolos", porque a su parecer, está "muy sobredimensionado". Pero seguidamente ha insistido en que el cuerpo de seguridad hace muy bien el trabajo aunque haya casos puntuales de mala praxis.