La Fiscalía y la acusación particular han pedido condenar a prisión permanente revisable al acusado de asesinar a su expareja y a su hija, con las que todavía convivía, la noche de Reyes de 2020 en Esplugues de Llobregat (Barcelona), mientras que su defensa pide que sea absuelto o bien condenado a un máximo de 15 años.
En los escritos de acusación, a los que ha tenido acceso Europa Press, tanto el fiscal como la acusación particular -que ejerce la familia de las víctimas- piden la condena permanente revisable por el asesinato de la menor, además de 25 años de prisión por el asesinato de la mujer.
El juicio se hará con jurado
También piden condenar al hombre a tres años de cárcel por un presunto delito de maltrato habitual y a cuatro años más y una multa de 5.760 euros por un presunto delito contra la intimidad al revisar el móvil de la mujer.
El juicio se hará con jurado en la Audiencia de Barcelona a partir del 27 de abril, y las acusaciones exponen en sus escritos que el hombre presuntamente cometió los crímenes tras revisar mensajes de la mujer con otro hombre, lo que "le provocó celos y un gran enfado". Más tarde esa misma noche, entró en la habitación donde dormían la niña de tres años y la mujer de 28, y presuntamente las acuchilló hasta matarlas.
La mujer había dejado la relación con el hombre en agosto de 2019, y él, sin aceptarlo, "comenzó a mostrar actitudes de control y posesión hacia ella y sometió a la misma a una dinámica de continuos reproches, insultos, seguimientos y vigilancias e incluso ataques de tipo físico y psíquico", relata el fiscal.
También había enviado a la mujer mensajes de Whatsapp con reproches e insultos, y "en el curso de esa escalada de vigilancias y seguimientos, en los últimos meses de convivencia" el hombre revisaba el móvil de ella.
Confesó y dice que fue un "arrebato"
En cambio, la defensa afirma en su escrito que la noche de los crímenes el acusado "tuvo una reacción condicionada por los rasgos de su personalidad con trastorno adaptativo mixtoansioso-depresivo y trastorno de personalidad esquizotípico, que sumada a una situación de celos creciente, hizo que actuara de forma absolutamente imprevisible y como si no fuera dueño de sus actos fruto de un arrebato".
Añade que después él mismo llamó al teléfono de emergencias 112 para confesar, y pide que sea absuelto o bien que se tenga en cuenta como atenuantes su confesión y haber actuado "por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato, obcecación u otro estado pasional de entidad semejante", de manera que quiere que se le impongan como máximo 15 años de prisión.