Profesor de comunicación de la UOC, Pastor investiga desde hace años la comunicación entre muertos y vivos: recoge muchos testimonios de personas que han visto a parientes fallecidos, con los que ha compuesto el libro “Los mismos muertos vuelven”(Luciérnaga), subtitulado “El patrón que se repite en la comunicación con difuntos”.

La ciencia actual afirma que, muerto el cuerpo físico “termina todo”. Pero Lluís Pastor apunta a la persistencia de una unidad de “información” que bien podría comunicarse con un viviente, en forma de imagen, palabras o tacto, aunque también olores.

Lluís Pastor no ha vivido personalmente comunicación alguna con un muerto, pero ha documentado testimonios históricos desde los balbuceos del género humano hasta hoy, pasando por todos las épocas.

Y más acá de sesgos culturales, Pastor descubre en estas comunicaciones muerto-vivo un patrón: el contacto es fugaz, el muerto tiene buen aspecto y siempre tranquiliza al deudo con un “estoy bien”, interpretable como “sé tú feliz, eso es lo que mejor me sentará”.