La bondad puede ser mala -sostiene Xavier Guix- cuándo uno pretende ser bueno a ojos de otros, u obedece a un remoto mandato oculto, porque eso acaba siendo dañino para uno mismo. Y un día uno explotará dañando a terceros, señal de que aquella bondad era “mala bondad”.
Este psicólogo detecta que existe demasiada gente que sólo por sentirse buena están vaciando sus vidas en sacrificios constantes por terceros… que nunca les amarán más por ello, sino que más bien les utilizarán: de nuevo estamos ante un ejemplo de “mala bondad”.
Por eso Xavier Guix sugiere que dejemos de aspirar a “ser buenos” para limitarnos a realizar algunos actos buenos: a “hacer el bien”, simple y humildemente.
Xavier Guix detalla estas conductas, sus causas y también como corregirlas saludablemente, en su libro “El problema de ser demasiado bueno” (arpa), porque se trata de conseguir “ser con los otros” sin por ello nunca dejar de “ser uno mismo”. ¡Adelante con eso!