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“No apuesten por una tecnología: capten talentos y las tendrán todas”

¿Edad? Los años ya me hacen ser tacaño con mi tiempo. Nací en una aldea rusa, pero decidí estudiar en el mejor centro de Moscú. Tengo dos hijas y viven conmigo: Moscú, Manchester, Singapur...Ver mundo es aprender: las fronteras nos empobrecen. Colaboro con el nuevo certamen Puzzle X de Fira de Barcelona.

Konstantin Novoselov,premio Nobel de Física por su trabajo en materiales inteligentes

Qué países apuestan mejor por la tecnología?

Ahora mismo nadie sabe cuáles de las tecnologías que parecen punteras tendrán éxito y aplicaciones para generar progreso y cuáles no...

¿Qué política recomienda usted?

Hace 40 años los países creían que la ventaja estratégica estaba en los recursos naturales: minerales, petróleo... Después, pensaron que la ventaja estratégica estaba en las tecnologías: ser los más punteros en una u otra...

¿Cuál es la estrategia ganadora?

No se trata de tener recursos o tecnologías, sino de formar talentos; ser capaces de atraer y poner a trabajar en equipo a los mejores.

¿Por qué?

Porque no sabemos qué inversión tecnológica de las tantas que prometen dará resultado; pero si tienes a los mejores talentos, multiplicarán las tecnologías y esa tasa de multiplicación de la innovación y el progreso dará la ventaja a quien los haga trabajar para él.

¿Quién lo está haciendo bien?

China buscaba minerales hace 40 años; hace 30 se obsesionó con apostar por determinadas tecnologías, que parecían las más prometedoras; hoy ya sabe que la apuesta debe hacerse por las personas con talento: formar y retener o captar en el mundo a los mejores.

¿Qué hacen los países que lo saben?

Entienden que el talento no tiene fronteras y ponen todos sus recursos e instituciones a formarlo, detectarlo, captarlo y retenerlo.

Usted investiga ahora en Singapur; investiga en Manchester e investigó en Moscú.

La investigación es internacional y se lleva a cabo en redes de forma sistemática e incremental; pero solo algunos individuos logran que dé saltos rupturistas: la empujan.

¿Y esos son los que hay que fichar?

Pero esa puja global por el talento hoy choca con el nacionalismo económico que ha reactivado la pandemia y que ha hecho pensar a los poderosos que necesitan tener todas las cadenas de fabricación y suministro dentro de sus fronteras.

¿Así las cierran al talento?

Y se encierran. Y encerrarse es perder. Porque si te encierras en tu castillo, siempre te perderás parte del talento. Y las tecnologías y recursos progresarán fuera de tu casa.

¿No puede un país copiar de otros?

China puede replicar fábricas, por ejemplo de semiconductores que hay en Taiwán y copiar las tecnologías, pero el coste sería enorme. Aun así, supongamos que al fin lo logra...

¿Sería el país más avanzado del mundo?

Imaginemos que logra serlo en la tecnología más avanzada; pero de nuevo la pregunta es: ¿cuál de las que prometen? La del sílice de los semiconductores parece ahora esencial, pero hay otras que podían ser incluso mejores.

¿Entonces qué recomienda a Pekín?

Recomiendo a todos lo mejor para la humanidad: que cooperen, abran sus fronteras, formen, capten y retengan talento científico global y se olviden de nacionalismos y de ser la única superpotencia.

¿Lo mismo sirve para otros países?

China y Singapur se toman muy en serio la carrera tecnológica y han realizado estos años un enorme esfuerzo e inversiones. Y los resultados ya se pueden ver en una gran cantidad de empresas. La innovación sigue siendo el gran motor del crecimiento y si la sistematizas, creces sistemáticamente.

¿Qué le gusta de Singapur?

Cuando ven que algo funciona en el laboratorio o en los ensayos, no dudan: invierten lo que haga falta para que llegue a la fábrica.

¿Pero tiene cualidad de vida para atraer y retener al talento?

Ahora estamos confinados por la pandemia, pero he vivido en muchos sitios y le diría que para un investigador es... confortable.

¿Aún pinta usted?

Sí, aún me interesa el arte. Monté una exposición en Inglaterra antes de venirme. El problema es, como en todo, que si quieres hacerlo en serio, te ocupa todo tu tiempo. Y cada vez soy más consciente de que mi tiempo es finito.

Usted vivió la guerra fría: ¿hemos progresado los humanos desde entonces?

Los científicos hemos desarrollado desde entonces un método y una red de comunicación que ha dado una vacuna al mundo en un tiempo, reconozcámoslo, corto y de forma efectiva.

¿El problema son ciertas ideologías que engañan diciendo que no nos vacunemos?

Sí, pero hemos superado muchísimas fronteras mentales, físicas y nacionalistas para que hoy quien quiera pueda vacunarse y salvar vidas. ¿Por qué no intentamos lo mismo en otras áreas de la ciencia?

Obtuvo el Nobel por sus descubrimientos sobre el grafeno. ¿Sigue investigándolo?

Ya está en nuestra vida cotidiana y cambiará nuestra forma de vestir, conducir... La frontera de mi investigación ahora es la misma que la de nuestro concepto de inteligencia: vamos a lograr que los materiales y las cosas sean inteligentes.