China ejecuta a los autores de dos matanzas que en noviembre dejaron docenas de muertos
A los dos meses
Un automovilista que embistió mortalmente a 35 corredores y un joven que apuñaló a ocho en su escuela
Una mujer contempla los ramos de flores en recuerdo de las 35 personas atropelladas deliberadamente por el coche que las perseguía mientras practicaban deporte alrededor de un estadio de Zhuhai, Cantón
China ha querido mandar un mensaje con el juicio exprés y la ejecución sin demora de los autores de dos terribles matanzas, perpetradas en noviembre pasado. En la más sonada, un hombre de 62 años atropelló deliberadamente a docenas de personas enfundadas en ropa de deporte que hacían ejercicio o corrían alrededor de un estadio de Zhuhai, frente a Macao.
Treinta y cinco fallecieron por las embestidas del coche que las persiguió con inquina. Cuarenta y tres más resultaron heridas. El perturbado, Fan Weiqu, intentó huir, pero fue alcanzado por la policía, momento en que se autolesionó con un cuchillo en el cuello.
El otro matarife, que tenía apenas veintiún años, se acercó cinco días más tarde a su centro de formación profesional, en Wuxi, para apuñalar allí a quien se le pusiera por delante. Ocho alumnos y profesores perdieron la vida y diecisiete resultaron heridos. En el origen de su ofuscación estarían sus prácticas mal pagadas y haberse quedado sin diploma tras suspender los exámenes.
A lo largo del año pasado hubo otros episodios de apuñalamientos masivos en China, a manos de otros sociópatas que, afortunadamente para sus conciudadanos, lo tuvieron mucho más difícil que en EE.UU. para hacerse con armas de fuego. En cualquier caso, el presidente del Tribunal Popular Supremo de China ha defendido la necesidad de juzgar de forma expeditiva casos de tamaña gravedad que generan una gran alarma social.
En Zhuhai y Wuxi
Los criminales fueron juzgados y sentenciados a finales de diciembre
Ambos asesinos fueron juzgados y condenados a la pena capital ya en diciembre. Ninguno de ellos recurrió la sentencia. El más joven -Xu Jiajin- fue visitado por su familia antes de ser ejecutado, por un procedimiento no especificado. Tampoco se ha aclarado en el caso del otro homicida, que según las autoridades, actuó movido por el resentimiento que le causó el reparto de bienes de su divorcio decidido por el juez.
El atropello nocturno en Zhuhai -una de las ciudades chinas con mayor calidad de vida- provocó escalofríos. También hizo arquear algunas cejas, al haberse producido la víspera de la inauguración de la Feria Aérea Internacional de Zhuhai, la mayor de China. Una que, en dicha edición, presentaba al segundo caza furtivo chino de quinta generación, J-35A. Y que también acogía a dos cazas furtivos rusos Su-57, en su primera exhibición en China (en la que este Sukhoi de quinta generación habría cosechado supuestamente sus primeras ventas internacionales).
La censura china no permitió que la matanza desluciera nada de lo anterior y esta no se hizo pública hasta veinticuatro horas después, con la atribución de motivos señalada.
China ha hecho coincidir las ejecuciones con las últimas horas de Joe Biden en la presidencia de Estados Unidos, país que también recurre a menudo a la pena de muerte, aunque es mucho más transparente que los chinos en lo que respecta al número de ejecuciones, el método de ejecución y la identidad de los ajusticiados (25 el año pasado).
Este lunes también se ha considerado el día más propicio en Pekín para mandar dos mensajes fuertes en el tablero internacional. Por un lado, se ha celebrado en Kabul el 70 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular de China y Afganistán. Celebración en la que el viceministro talibán de Exteriores ha prometido al embajador chino que su país nunca será utilizado para amenazar al gigante asiático.
Algunos cientos de kilómetros más al sur, junto al estratégico puerto de Gwadar, Pakistán, se inauguraba este lunes el nuevo aeropuerto internacional de factura china, que acto seguido se estrenaba con el primer vuelo regular a Karachi.
Birmania
China logra una tregua entre la junta militar y una de las guerrillas étnicas
Este lunes también ha sido el día escogido por los ministerios de Exteriores de China y de Birmania para anunciar el alto el fuego que habría entrado en vigor el sábado pasado entre la junta militar y el Ejército de la Alianza Democrática Nacional de Birmania. A pesar del nombre, una poderosa y juvenil guerrilla de Kokang, étnicamente china y metida hasta las ingles en el contrabando, el juego y las ciberestafas, del mismo modo que otras lo están en el tráfico de drogas. La insurgencia en cuestión mantuvo siete rondas de negociaciones en la provincia china de Yunnan con el gobierno militar birmano.
En caso de consolidarse. se trataría del segundo éxito de la junta de Naypyidaw en pocos meses, después de haber pactado una tregua similar con otro grupo guerrillero de etnia china, el Ejército de Liberación Nacional Ta'ang. Sin estos y sin los precedentes, la denominada Alianza de los Tres Hermanos se queda con una sola punta, la del Ejército de Arakan, que opera en el este del país, ya lejos de la frontera china.
No obstante, quedan otras guerrillas de grupos étnicos, cristianizados o no, en la frontera de India - como el Ejército Kachin- o de Tailandia, donde controlan un gran número de municipios. Mientras que las fuerzas directamente afiliadas al gobierno en el exilio tienen más influencia en los despachos de sus patrocinadores que en el campo de batalla.