Varios países europeos anunciaron ayer la revisión de su política de asilo a refugiados sirios, tras la caída de Bashar el Asad. Francia, Austria, Bélgica, Grecia, Dinamarca y Noruega indicaron que paralizan los trámites de las solicitudes presentadas, y no admitirán nuevas, mientras Alemania está evaluando la situación, que dependerá de cómo evolucionen los acontecimientos.
Siria fue el principal país de origen de los solicitantes de asilo en Alemania este año, con 72.420 peticiones presentadas a fines de noviembre.
No obstante, el más duro de los citados gobiernos fue el austríaco, que suspendió la tramitación de solicitudes y su ministro del Interior, Gerhard Karner, explicó en un comunicado que ha encargado “elaborar un programa de repatriación y deportación a Siria”. Karner destacó que queda suspendida la revisión de cualquier petición de reagrupación familiar en Austria de refugiados reconocidos con parientes que estén en Siria o en otro país. Actualmente hay 12.900 solicitudes de asilo de sirios pendientes de resolución en primera y segunda instancia, incluyendo más de 1.200 casos de reagrupación familiar.
Por su parte, Francia anunció que está trabajando en la suspensión de las solicitudes de asilo de Siria. También Bélgica dejó en impás las peticiones hasta que la situación se aclare. Grecia congeló las solicitudes de asilo de unos 9.000 sirios. Noruega informó que las demandas no serán denegadas ni aprobadas por ahora. Dinamarca suspendió las tramitaciones, pero dijo que a los sirios cuyas solicitudes ya habían sido rechazadas, y a quienes se les había dado una fecha límite para irse, se les permitiría permanecer más tiempo, debido a la incertidumbre reinante en Siria.