Trump recibe un disparo en la oreja durante un mitin en Pensilvania

Donald Trump sufrió un disparo este sábado en el arranque de un mitin en Butler (Pensilvania) que alcanzó la parte superior de su oreja derecha. Cuando sintió el impacto de la bala, el expresidente se llevó la mano a la cara, se agachó y fue inmediatamente evacuado por agentes del Servicio Secreto, con la cara ensangrentada y mostrando el puño en alto a sus seguidores, hacia un hospital del que ya ha salido con heridas leves.

El tirador, un hombre de 20 años según confirmó el FBI que de momento desconoce sus motivaciones, disparó desde un tejado a unos 120 metros del expresidente, y fue abatido al instante mientras seguía disparando ráfagas con un rifle semiautomático del tipo AR-15. Mató a uno de los asistentes e hirió a otros dos de gravedad, y generó el pánico entre el público, varios miles de personas, que también fueron desalojadas, y la zona acordonada. El atentado ya se investiga como un intento de asesinato y está llamado a dar un vuelco a los últimos cuatro meses de campaña electoral.

El Servicio Secreto “ha implementado medidas de protección y el presidente está a salvo”, dijo su portavoz, Anthony Guglielmi, a través de las redes sociales. El FBI ha tomado la investigación y su portavoz, el agente especial Kevin Rojek, ha informado en rueda de prensa que lo considera un “intento de asesinato contra nuestro expresidente” y que sus investigadores “están trabajando incansablemente” para hallar la motivación. Como parte investigación, ha dicho que rastrearán la compra del arma recuperada y sus muestras de ADN.

Rojek ha asegurado que “no había ninguna información específica sobre amenazas relacionadas con este evento” y que “habrá que determinar” si hubo fallos de seguridad. De momento, “es demasiado pronto” para determinar si el tirador actuó como un lobo solitario, aseguró el teniente coronel George Bivens, de la Policía Estatal de Pensilvania, donde tuvo lugar el ataque. Bivens ha confirmado que los asistentes heridos y el muerto eran hombres adultos.

El FBI investiga el ataque como un “intento de asesinato” y busca la identidad del tirador a través del arma recuperada

El expresidente y candidato republicano publicó en su plataforma, Truth Social, su versión de los hechos, agradeciendo al Servicio Secreto y a las fuerzas de seguridad su rápida actuación y dando el pésame a la familia de la persona asesinada, así como de la persona herida de gravedad.

“Es increíble que un acto así pueda tener lugar en nuestro país”, afirmó, “Me dispararon con una bala que me atravesó la parte superior de la oreja derecha. Inmediatamente supe que algo iba mal porque oí un zumbido, disparos, e inmediatamente sentí la bala desgarrándome la piel. Sangraba mucho y entonces me di cuenta de lo que estaba pasando. ¡DIOS BENDIGA A AMÉRICA!”

Trump, en Truth Social: “Supe que algo iba mal porque oí un zumbido y sentí la bala desgarrándome la piel”

Unas horas después, Trump volvió a comentar en  Truth Social que no tiene “miedo” y se mantendrá fuerte y “desafiante” tras el intento de asesinato al que sobrevivió.

“Gracias a todos por los pensamientos y oraciones ayer. Como si hubiese sido Dios solo el que evitó lo impensable de que pasara. No tendremos MIEDO, sino que nos mantendremos fuertes en nuestra fe y desafiante frente al mal”, aseguró el exmandatario, que se encuentra en Nueva Jersey.

La Casa Blanca ha comunicado que el presidente Joe Biden ha hablado con Trump por teléfono. El demócrata fue informado de inmediato y lamentó inicialmente los hechos a través de las redes sociales: “Me alegro de saber que está a salvo y bien. Estoy orando por él y su familia y por todos los que estuvieron en la manifestación, mientras esperamos más información”.

Tres horas después de los hechos, dio un discurso televisado en el que condenó el ataque, asegurando que “no hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos” y llamando a la ciudadanía a unirse “como una sola nación para condenarla”. Cuando le preguntaron si creía que había sido un intento de asesinato, se mostró cauteloso: “Tengo una opinión (al respecto), pero no tengo ningún dato. Quiero estar seguro de que tenemos todos los hechos antes de hacer algún comentario”.

Biden, que se comunicó con Trump, condenó el ataque y llamó a los ciudadanos a unirs “como una única nación”

El disparo tuvo lugar en el último mitin que tenía programado la campaña de Trump antes de la Convención Nacional Republicana, que comienza este lunes en Milwaukee (Wisconsin) y se alargará hasta el jueves. El candidato mantiene su agenda y asistirá el mismo lunes al encuentro: “El Presidente les espera con ilusión en Milwaukee, donde procederemos con nuestra convención para nominarlo para servir como el 47º presidente de Estados Unidos”, ha dicho el Comité Nacional Republicano en un comunicado a la prensa. El jueves, los delegados elegidos durante el proceso de primarias le coronarán oficialmente como el candidato de su partido.

En cuanto a la campaña de Biden, ha informado que pausará todos los anuncios de campaña en eventos públicos y la propaganda política en medios de comunicación. Este movimiento muestra la intención del demócrata de dejar la política a un lado cuando su rival en los comicios acaba de sufrir un ataque de este calado.

Los líderes demócratas y republicanos en el Congreso condenan la “violencia política”, que “no tiene lugar en Estados Unidos”

Este tipo de atentado no es inédito en la democracia estadounidense, que en sus 250 años de historia ha sufrido el asesinato de cuatro presidentes: Abraham Lincoln (1865), James A. Garfield (1881), William McKinley (1901) y John F. Kennedy (1963).

Líderes nacionales e internacionales reaccionaron durante la tarde del sábado al disparo. “Estoy horrorizado por lo ocurrido en el mitin en Pensilvania y aliviado de que el expresidente Trump esté a salvo”, dijo en un comunicado líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer. “Mis pensamientos y oraciones están con el expresidente”, publicó Hakeem Jeffries, líder de los demócratas en la Cámara Baja, añadiendo que “Estados Unidos es una democracia. La violencia política de cualquier tipo nunca es aceptable ”.

Mensajes similares escribieron los líderes republicanos en el Congreso, Mike Johnson y Mitch McConnell, así como centenares de políticos con cargo local, estatal y federal, de ambos partidos. “Esta noche, todos los estadounidenses están agradecidos de que el presidente Trump parezca estar bien después de un ataque despreciable en una manifestación pacífica”, dijo McConnel: “La violencia no tiene cabida en nuestra política”.

El candidato presidencial independiente, Robert F. Kennedy, cuyo padre fue asesinado durante su campaña presidencial, y cuyo tío, JFK, fue abatido mientras circulaba con el coche presidencial en Dallas (Texas), también condenó el ataque: “Ahora es el momento de que cada estadounidense que ama a nuestro país se aleje de la división, renuncie a toda violencia y se una en oración por el presidente Trump y su familia”.

J.D. Vance, posible compañero de ticket de Trump, responsabiliza a la “retórica” de la campaña presidencial de Biden 

Algunos políticos republicanos han aprovechado para culpar a sus adversarios de los hechos. “No toleraremos este ataque perpetrado por la izquierda”, dijo el representante Mike Kelly, congresista por Pensilvania, presente en la concentración. El senador J. D. Vance, uno de los favoritos para convertirse en su compañero de ticket para noviembre, dijo que “la premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario que debe ser detenido a toda costa”, y agregó: “Esa retórica condujo al intento de asesinato del presidente”.

En la misma línea, el presidente argentino Javier Milei fue uno de los primeros líderes internacionales en reaccionar, con una publicación en X en la que culpabilizó sin pruebas a la izquierda: “No sorprende la desesperación de la izquierda internacional que hoy ve cómo su ideología nefasta expira, y está dispuesta a desestabilizar las democracias y promover la violencia para atornillarse al poder. Con pánico a perder en las urnas, recurren al terrorismo para imponer su agenda retrógrada y autoritaria”.

En las campañas políticas, el simbolismo tiene un peso importantísimo. Y la imagen de Trump llevándose la mano a la oreja, agachándose y levantándose con la cara ensangrentada, y mostrando el puño en alto a sus seguidores, tiene una gran potencia que va a ser aprovechada en el contexto electoral, y que acompañará al magnate a lo largo de su trayectoria política.

La acuciada polarización en la que se ha sumido el país en la última década, y a la que el expresidente ha contribuido en gran medida con su discurso, ha ido de la mano de un aumento de la violencia política. El asalto al Capitolio del 6 de enero del 2021, en el que una turba de seguidores de Trump trató de impedir la certificación de Biden como presidente, alegando que había cometido un fraude electoral, y en el que resultaron heridos 174 policías y murieron nueve personas, es el ejemplo más notorio.

También han aumentado en número y fuerza las milicias armadas de extrema derecha, así como los tiroteos masivos llevados a cabo por supremacistas blancos y por lobos solitarios. Un reciente ejemplo de violencia política se dio poco antes de las elecciones de mitad de mandato del 2022, cuando un hombre entró a la casa de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y atacó a su marido Paul Pelosi con un martillo, dejándolo gravemente herido.

La congresista ha reaccionado de inmediato a la noticia: “Como alguien cuya familia ha sido víctima de violencia política, sé de primera mano que no tiene lugar en nuestra sociedad. Doy gracias a Dios por que el expresidente Trump esté a salvo. A medida que conocemos más detalles sobre este horrible incidente, recemos para que todos los que asistieron hoy a la manifestación del expresidente salgan ilesos”.

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