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El G7 pide contención en Oriente Medio y amenaza con nuevas sanciones a Teherán

Crisis entre Israel e Irán

Blinken no confirma las informaciones de un ataque con drones sobre suelo iraní 

El secretrario de Estado de EE.UU. Antony Blinken; el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani; i el jefe de la diplomacia británica, David Cameron, durante un encuentro de este G7 en Capri

Remo Casilli / Ap-LaPresse

Las peticiones de contención se repiten este viernes tras la supuesta respuesta israelí al ataque de Irán del sábado pasado. Después de tres días reunidos en la paradisíaca isla de Capri, los ministros de Exteriores del G7, el grupo de democracias más ricas del mundo, han hecho un llamamiento a ambos países a la contención y han amenazado a Teherán con nuevas sanciones si no contribuye a una desescalada en la región.

"Hemos condenado el reciente ataque de Irán contra Israel. El G7 sostiene la seguridad de Israel, pero invitamos a todas las partes a trabajar para evitar una escalada", ha resumido en la rueda de prensa final de la cumbre el ministro anfitrión, el italiano Antonio Tajani, encargado de explicar las conclusiones del cónclave en la isla del golfo de Nápoles.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, compra helado durante una pausa de las reuniones en la isla de Capri

Remo Casilli / Reuters

El también viceprimer ministro de Italia, país que este año acoge la presidencia del G7, ha dejado claro que la reunión ha sido política y que todos se han comprometido a trabajar activamente para reducir las tensiones. "El G7 no hará de espectador –ha advertido–. Haremos lo que esté en nuestras manos para lograr los objetivos a corto y largo plazo".

En el comunicado final, los titulares de Exteriores G7 –formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido– también emplazan al régimen de los ayatolás a "cesar su relación" con la milicia palestina de Hamas o la libanesa Hizbulah. Además, consideran responsable al Gobierno iraní de sus acciones "maliciosas y desestabilizadoras" y se declaran listos para adoptar "sanciones y otras medidas" en caso de que continúen por este camino, aunque no especifican el tipo de sanciones.

La llamada a la contención

Blinken se limita a decir que Washington no ha participado en ninguna operación ofensiva 

El aparente ataque con drones en Irán está rodeado de gran confusión: algunos funcionarios estadounidenses han asegurado que fue con un misil, pero medios iraníes apuntan a drones disparados desde el interior del país. Al ser preguntado sobre ello en Capri, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, no ha confirmado ninguna de las informaciones y se ha limitado a responder que Washington no ha participado en ninguna "operación ofensiva". También ha rechazado comentar las informaciones publicadas por medios estadounidenses que apuntan a que Israel avisó a Estados Unidos con antelación del ataque. 

Las peticiones de moderación tuvieron eco en Europa. "Es absolutamente necesario que la región permanezca estable y que todas las partes se abstengan de emprender más medidas", ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El primer ministro británico, Rishi Sunak, apunta asimismo a una desescalada: "Una escalada significativa no beneficia a nadie. Lo que queremos ver es que prevalezca la calma en toda la región". El portavoz del Ministerio de Exteriores de China también ha manifestado que se opone a cualquier acción que intensifique las tensiones en Oriente Medio. 

Los participantes del G7 de Exteriores posan para una fotografía de familia

CIRO FUSCO / EFE

Como es habitual en anteriores ataques en suelo extranjero, Israel ha mantenido el silencio sobre la autoría. El único miembro del gobierno que ha roto el pacto de silencio ha sido el ministro israelí de Seguridad Nacional, un halcón ultra del gobierno de Beniamín Netanyahu, que tildó el ataque de "débil" o "patético", dando a entender que Israel estaba detrás del mismo. Israel no ha reivindicado el ataque, pero la reacción de Gvir "reduce el margen de Israel para una negación plausible y socava su poder de disuasión. Una vergüenza absoluta por parte de un ministro", apuntaba el académico y presentador de un podcast sobre geopolítica Shaiel Ben Ephraim.

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