El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, repetirá mandato tras lograr una aplastante mayoría en los comicios del domingo, según indican los primeros escrutinios. El mandatario, que a través de una argucia legal se postuló para la reelección a pesar de que la Constitución de El Salvador lo impide, no esperó a los resultados oficiales y autoproclamó su victoria horas antes en X (antes Twitter).
No obstante, el magistrado Guillermo Wellman del Tribunal Supremo Electoral (TSE) declaró que los resultados presentados por Bukele no son oficiales. "Nosotros somos los que damos los resultados oficiales", indicó a los periodistas al ser preguntado sobre si eran o no oficiales los porcentajes manejados por Bukele. "El arbitro somos nosotros", enfatizó.
Wellman puntualizó: "Nosotros vamos a ir dando los resultados oficiales conforme se vaya desarrollando el escrutinio" y "lo que se diga fuera de aquí no es oficial hasta que nosotros no lo aseveramos".
Con el 31,49 % de las actas escrutadas, el resultado preliminar de las elecciones presidenciales otorga una aplastante victoria al presidente, con 1.295.888 votos para su partido, Nuevas Ideas (NI). Esta cifra está muy por delante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), con 110.244, y la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), con 96.700, según datos divulgados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), que deben ser ratificadas en un escrutinio final.
Bukele, que desprecia con sarcasmo las críticas a su autoritarismo y se ha llegado a referir a sí mismo como "dictador cool", rompió el silencio electoral tras depositar su voto este domingo y llamó a la población a votar para "seguir combatiendo a las pandillas", según recogió EFE. Ese ha sido el eje de su argumentario de sus intervenciones. No ha hecho referencia a otros problemas, como la deuda estatal, el coste de la vida, el uso de los fondos de pensiones para gasto gubernamental y los señalamientos de negociaciones de su Gobierno con las pandillas, y tampoco ha presentado un plan de gobierno.
En marzo de 2022 decretó el régimen de excepción con el que ha cimentado su controvertida lucha contra las pandillas y la inseguridad ciudadana, durante la cual 76.000 personas han sido detenidas, muchas de ellas sin garantía de sus derechos fundamentales, según han denunciado activistas y organismos internacionales.
A pesar de que el Congreso le concedió licencia para dedicarse a la campaña desde diciembre, Bukele se ha mantenido alejado de las calles y no ha tenido presentaciones públicas.
Todas las encuestas le daban como claro favorito tanto en los comicios presidenciales como en las elecciones legislativas que se votaban este domingo. Bukele, un expublicista de 42 años, se enfrentaba entre otros a las dos formaciones que gobernaron el país hasta la llegada de su partido, Nuevas Ideas.
Influencia internacional
Bukele tiene una influencia notable en América Latina en países como Ecuador, Argentina y Paraguay propiciada por las políticas de mano dura implementadas, la innovación en materia económica con la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, la postura crítica hacia organismos como la Organización de Estados Anéricanos (OEA) y su estilo de liderazgo.
Desde su elección en 2019, el jefe de Estado salvadoreño se ha destacado por su uso intensivo de las redes sociales, su enfoque en la seguridad pública, particularmente en el combate a las pandillas, y su interés en la tecnología y la innovación, como lo demuestra su apuesta por el bitcoin como moneda legal en el país.
Unos 6,2 millones de salvadoreños (740.000 en el exterior) estaban convocados para votar en estos comicios, que se celebran bajo el régimen de excepción decretado el 27 marzo de 2022 por el presidente Bukele, algo que no sucedía desde que acabó la guerra civil en 1992. Aquel conflicto, que comenzó en 1980, dejó dejó 75.000 muertos y 8.000 desaparecidos.
La jornada electoral transcurrió en sin incidentes graves, si bien nueve personas fueron detenidas, por rotura de papeletas electorales, realizar proclamas políticas en lugares de votación o presentarse en estado de ebriedad (desde ayer sábado y hasta el lunes rige la ley seca en el país).
Bitcoin, la apuesta económica de Bukele que no termina de arrancar más de dos años después
El Salvador captó la atención del mundo financiero en septiembre de 2021 con la adopción como moneda de curso legal de la más popular de las criptomonedas. Dos años después de su implementación no se registra un uso masivo ni se hayan materializado las expectativas que generó un proyecto criticado por su opacidad.
La iniciativa, dijo a EFE el economista José Luis Magaña, ha dejado "un hoyo negro en las finanzas públicas" a raíz de que la información relacionada con los más de 200 millones de dólares (unos 185 millones de euros) utilizados para su implementación, las supuestas compras diarias de Bukele, la instalación de cajeros y su mantenimiento se ha puesto bajo secreto.
Según una encuesta del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudop), el 88 % de los salvadoreños no utilizó bitcóin durante 2023. Según cifras del Banco Central de Reserva (BCR), las remesas familiares recibidas mediante billeteras de criptomonedas en El Salvador registraron una caída del 34,5 % en 2023, respecto a 2022, suponiendo solo el 1 % de las remesas totales de 8.181,79 millones de dólares.
Sobre la previsible continuidad del proyecto, Magaña explica que es una medida demasiado publicitada para que el Gobierno de Bukele retroceda, en especial en un previsible segundo mandato. Pero un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional "se vuelve cada vez más necesario", según este economista, por lo que se podría bajar el perfil de la iniciativa, dado que en 2021 fue uno de los frenos para recibir unos 1.400 millones.