Los representantes de Kuwait en la Asamblea General de la ONU reaccionan efusivamente ante la aprobación de la resolución
El mundo se pronunció en la Organización de Naciones Unidas (ONU). El veredicto fue claro. La mayoría de las naciones estuvieron a favor de Palestina y se opusieron a Israel y a Estados Unidos en su esfuerzo por impedir un alto el fuego y facilitar la ayuda humanitaria en Gaza. Hubo un sonoro aplauso al confirmarse la victoria. La resolución, presentada por Jordania con el apoyo de los países árabes en la Asamblea General de emergencia, exige un cese de hostilidades inmediata para “la protección de los civiles y respetar las obligaciones legales y humanitarias”. El texto incluye en su redactado “un rechazo al traslado forzoso de la población civil palestina”.
Así que supone sobre todo un revés moral absoluto y una condena a los gobiernos de Beniamin Netanyahu y del presidente estadounidense Joe Biden. Su embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, arremetió contra la propuesta, a la que calificó de “imperfecta” y de “indignante” por no citar a Hamas y su ataque del pasado 7 de octubre y de obstaculizar la solución de los dos estados conviviendo uno al lado del otro.
Europa, que votó dividida, demostró que en este asunto hay una sensibilidad diferente con EE.UU.
“Este es el día de la infamia y ha demostrado que la ONU está abriendo la puerta a nuevas atrocidades”, replicó Gilad Erdan, el jefe de la misión de Israel. “Esta resolución ridícula ni cita a Hamas”, afirmó. “¿Por qué defendéis terroristas, asesinos que matan niños”, bramó, después de que en la jornada previa dijera que la ONU era una organización corrupta. Sin olvidar ya había pedido la dimisión del secretario general, António Guterres, por considerar que en un discurso fue complaciente con Palestina.
Solo otros doce países se habían unido al suyo y a Estados Unidos. Catorce votos contra la resolución, por 120 a favor y 45 abstenciones (India, Alemania, Dinamarca, Italia o Países Bajos). Aunque países occidentales como Francia, Bélgica o España, junto con China y Rusia, dieron apoyó a al borrador, lo que ocurrió en Naciones Unidas escenificó una victoria del llamado sur global, países que por lo general juegan la otra liga respecto a las grandes potencias globales dominantes.
Otra cosa. Los europeos estuvieron divididos. Pero solo tres (Austria, Croacia y Hungría) estuvieron con Israel. En su mayoría, entre votos pro Palestina y abstenciones quedó claro que son aliados de EE.UU., pero en el tema de Palestina e Israel hay sensibilidades diferentes.
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A esta sesión especial, convocada ya con un título de condena por las ocupaciones israelíes de Jerusalén Este y otros territorios de Palestina, se llegó debido a que Estados Unidos vetó la semana pasada en el Consejo de Seguridad una resolución presentada por Brasil, donde si se condenaba a Hamas y se exigía el alto el fuego. Si hubiese pasado ese texto, su contenido habría sido vinculante.
La Asamblea General, sin embargo, carece de ese valor jurídico. No tiene una vinculación legal. Pero esta resolución sirve como barómetro del parecer y la opinión mundiales. No goza de valor legal, aunque sí legitimador de una reivindicación.
Si bien es un brindis al sol al carecer de poder efectivo, se trata de la primera respuesta oficial de Naciones Unidas, fundada en su día para fomentar la paz, a los ataques que Hamas realizó por sorpresa hace tres semanas, espoleta de esta nueva edición de un conflicto enraizado en la geoestrategia global.
La resolución sirve como barómetro del parecer y la opinión mundiales, pero no goza de valor legal
Desde entonces, las represalias de Israel no han cesado. Mientras los países procedían a votar, el ejército israelí extendía su avance hacia el objetivo de invadir la franja de Gaza.
Canadá trató de introducir una enmienda al texto en el que se citara a Hamas como culpable de esta situación. Dijo que no se podía pasar una resolución “en la que no se llamara por su nombre a quien se debe llamar”, subrayó
La réplica contundente se la dio el embajador de Pakistán, Munir Akram. “Si Canadá quiere actuar con justicia, hay que nombrar a todos, a los dos bandos, o se nombra a todos los que cometen crímenes o no se nombra a ninguno”, subrayó.
La enmienda no salió adelante. Obtuvo 88 votos, lejos de los dos tercios que requiere este proceso. En el contexto global, Palestina ganó en su causa por los 56 años de ocupación.