¿Quién es más ultra, Donald Trump o Ron DeSantis? Nadie lo hubiera dicho, pero ahora resulta que el expresidente estadounidense más extremista de los últimos tiempos opta por jugar la baza de una pretendida moderación –muy relativa, si acaso– para arremeter contra el que se perfila como su principal rival en las primarias para las presidenciales del 2024: el sin duda radical ultraconservador gobernador de Florida.
“A Ron DeSantis le encanta meter los dedos donde no debe, y no hablamos solo de pudding”, dice la voz de un anuncio de la campaña de Trump mientras un hombre trajeado mete la manaza en una tarrina de chocolate. “ DeSantis –precisa el narrador– ha puesto sus sucios dedos en los derechos de las personas mayores para recortar la Seguridad Social y Medicare, e incluso para aumentar la edad de jubilación”.
El anuncio propagandístico del líder republicano se refiere a viejas propuestas antisociales de DeSantis de las que el propio Trump nunca estuvo demasiado lejos..., hasta que hace unos meses decidió que ni a él ni a su partido le convienen, obviamente porque les harían perder votos.
Pero hay otras muchas vertientes en las que el maximalismo ultraconservador de DeSantis puede alejarle de los electores independientes, pero en principio inclinados a votar republicano, según ya temen muchos donantes y estrategas de la formación.
En las últimas semanas, el gobernador del estado del sol ha firmado una ley que prohíbe el aborto después de las 6 semanas de embarazo –frente al plazo de 15 semanas que regía hasta ahora– y ha extendido a todos los grados escolares el veto a la enseñanza sobre orientación sexual e identidad de género, de modo que la prohibición que estableció el año pasado para alumnos de 5 a 9 años, en la llamada ley No digas gay , se extiende ahora hasta los de 18 años.
Frente al aparente éxito entre los republicanos de esa última medida contra lo que la derecha llama ideología woke (término que asocia “despertar” y progresismo), el mayoritario rechazo de la sociedad de EE.UU. a las prohibiciones y restricciones del aborto puede hacer resentir las aspiraciones de DeSantis a desbancar a Trump como candidato a las elecciones del 2024.
Tanto Trump como sus posibles rivales Sununu y Christie criticaron a DeSantis por sus acometidas a Disney
El superdonante republicano Ken Langone, quien ha expresado su preferencia por el político de Florida y su rechazo a la reelección de Trump, confesaba el miércoles a The Washington Post su inquietud por la deriva más y más extremista de DeSantis. “No estaría de más que fuera un poco más conciliador”, dijo. Y añadió que le “asusta muchísimo” el dominio del expresidente en las encuestas con vistas al año 2024.
Pero hay otra guerra que en este momento puede estar desgastando a DeSantis tanto o más que las que libra en estricto campo de batalla de la política, y es la que mantiene con la compañía Disney. La génesis está precisamente en la ley No digas gay . Los directivos del gigante del entretenimiento la criticaron, y él respondió : “Si Disney quiere pelear, eligió al tipo equivocado”. Y se propuso terminar con el estatuto especial que desde 1967 permitía a la “factoría de sueños” actuar como un gobierno local en la vasta zona donde hace más de medio siglo instaló su Walt Disney World.
El gobernador sustituyó a la junta corporativa de la empresa por otra designada por las instituciones estatales bajo su control. Pero Disney, lejos de cruzarse de brazos, aprobó antes ciertas medidas de “desarrollo” que limitarían el poder de la nueva junta en los próximos decenios. Entonces, el pasado lunes DeSantis anunció un feroz contraataque a base de posibles subidas de impuestos, sin descartar la creación de otro parque que haga la competencia al de Mickey Mouse y hasta la construcción de una cárcel cerca del Reino Mágico.
No solo Donald Trump, sino también algunos otros posibles aspirantes a las elecciones del año que viene, la emprendieron rápidamente contra DeSantis por su ataque al gigante de los dibujos animados y el cine. El expresidente volvió a despreciar a su compañero con un mote. Pero del apelativo de “sanctimonious” o meapilas que le venía dedicando meses atrás pasó a un simple santo , también en latín, para decir, el martes en su red, Truth Social: “ DeSanctus está siendo absolutamente destruido por Disney”.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, otro republicano que estudia presentarse al 2024, dijo: “Teniendo en cuenta sus acciones hacia Disney, no creo que Ron DeSantis sea un conservador. ¿Dónde vamos si cuando expresas tu desacuerdo en este país el Gobierno castiga? Creía que eso es lo que hacía la izquierda, y ahora vemos que lo hace un republicano”, añadió.
El rechazo mayoritario a la prohibición del aborto puede dañar al gobernador de Florida, avisa un gran donante
Y también el gobernador de New Hampshire e igualmente posible candidato, Chris Sununu, criticó la obsesión de su compañero con Disney: “Esto se ha convertido en un problema para nuestro partido” , opinó.
La guerra fratricida está servida en la campaña republicana a las próximas presidenciales. Los demócratas disfrutan mientras calientan por la banda.