Suecia y Finlandia se encuentra ya, de facto, bajo el paraguas de protección de la Alianza Atlántica, ha advertido hoy en Bruselas su secretario general, Jens Stoltenberg, en un mensaje claramente dirigido a Moscú. "Como invitados" a ingresar en la organización, os habéis integrado en las estructuras políticas y militares de la OTAN. Es inconcebible que los aliados no actuaran en caso de que Suecia o Finlandia se encontraran bajo cualquier forma de presión", ha subrayado Stoltenberg tras recibir en la sede de la Alianza al nuevo primer ministro sueco, el conservador Ulf Kristersson.
En un giro radical a su tradicional política de neutralidad, a raíz de la invasión rusa de Ucrania los Gobiernos de Finlandia y Suecia y Finlandia solicitaron el ingreso en la Alianza Atlántica. El acuerdo se selló en junio en la cumbre de Madrid. Aunque el proceso de ingreso está siendo "el más rápido en la historia reciente de la Alianza", como hoy ha destacado Stoltenberg, lo cierto es que ahora mismo está bloqueada por dos países que todavía no han ratificado el acuerdo para su ingreso: Hungría y Turquía, el país que exigió la firma de un memorándum trilateral con los dos países nórdicos sobre cooperación antiterrorista para dar su visto bueno a la ampliación de la OTAN.
Todos los aliados, salvo Turquía y Hungría, han ratificado el ingreso de Suecia y Finlandia
Kristersson ha reiterado hoy a Stoltenberg que el nuevo Gobierno sueco están tan comprometido como el anterior, una coalición progresista, a ingresar en la organización militar y le ha asegurado que "redoblará los esfuerzos para aplicar el memorándum antes y después del ingreso". El nuevo líder sueco se ha ofrecido a viajar a Ankara para entrevistarse con las autoridades suecas y despejar cualquier duda que quede respecto a su compromiso en la cooperación antiterrorista.
Mientras, uno tras otro, los parlamentos de los países aliados ratificaban el tratado de adhesión de los nuevos socios nórdicos, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se ha pasado el verano amenazando con vetar su ingreso si sus Gobiernos no le dan suficientes garantías de que no darán protección a militantes kurdos pertenecientes a organizaciones terroristas. En la cumbre de la Comunidad Política Europea celebrada en Praga la semana pasada, Erdogan sugirió que quizás deberían entrar por separado. "Finlandia no es un país por donde los terroristas se pasean libremente", comentó, señalando que las relaciones con Suecia son diferentes. "La OTAN en algún momento tendrá que tomar una decisión y, si deciden en favor de Finlandia, por supuesto haremos todo lo que sea necesario".
Stoltenberg ha evitado entrar en este tipo de consideraciones y, con mano izquierda, ha insistido en que es importante que Turquía obtenga las garantías de seguridad que requiere a los Gobiernos de ambos países. El objetivo de la organización militar sigue siendo que ambos países, una baza militar y estratégica muy importante para los aliados por su situación geográfica, su tradición democrática y elevado grado de preparación de sus ejércitos, entren a la vez. "Celebro los esfuerzos que ya ha hecho Suecia para aplicar el acuerdo de Madrid, no solo diciendo claramente que quieren aumentar la colaboración en la lucha antiterrorista sino también reforzando su legislación respecto a miembros de organizaciones terroristas como el PPK, levantando las restricciones a la exportación de armas [a Turquía] y creando una plataforma permanente de intercambio de información", ha resaltado el ex primer ministro noruego.
Aunque los tiempos están en manos de Ankara, hoy la OTAN, que en los últimos meses ha reforzado seriamente su presencia en el mar Báltico y ha intensificado los ejercicios militares conjuntos con los países nórdicos, ha querido dejar claro que no se quedará de brazos cruzados si alguno de los dos es amenazado, estén formalmente dentro de la organización o no. "Su incorporación a la Alianza Atlántica hará que ellos estén más seguros, que la OTAN sea más fuerte y la seguridad transatlántica sea más firme", ha reiterado su secretario general.