El destino quiso que ayer quien proclamara al nuevo presidente del Senado italiano, Ignazio La Russa, de Hermanos de Italia, fuera la senadora vitalicia Liliana Segre, superviviente del Holocausto, que se encargó de presidir la primera sesión en sustitución del expresidente Giorgio Napolitano, ausente por motivos de salud, como miembro de más edad de la Cámara.
En un emocionante discurso, Segre, de 92 años, subrayó el simbolismo de su participación cuando Italia está a punto de vivir el centenario de la Marcha sobre Roma, que llevó al poder a Benito Mussolini. “El valor simbólico de esta circunstancia azarosa se amplifica en mi mente porque, verán, en mi época, la escuela comenzaba en octubre. Es imposible no sentir algo de vértigo recordando aquella misma niña que un día como este de 1938, desconsolada y perdida, fue obligada por las leyes raciales a dejar vacío el asiento en la escuela, y ahora se encuentra por un extraño destino en el asiento más prestigioso del Senado”, remarcó ante los presentes.
Segre recordó el próximo centenario de la Marcha sobre Roma y la ascensión al gobierno de Benito Mussolini
Segre fue una de los 776 niños italianos que fueron deportados al campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. Solo sobrevivieron 25. Ha dedicado gran parte de su vida a contar los horrores del Holocausto en las escuelas. En el 2019 Italia asumió con vergüenza que tenía que llevar escolta policial por los 200 mensajes intimidatorios que recibía cada día. Su testimonio provocó la ovación de toda la Cámara Alta. También aplaudió La Russa, quien le regaló unas flores. Ayer todo el mundo recordaba que la casa del exmilitante posfascista estaba llena de recuerdos de Mussolini.