La derecha francesa ya sueña con el Elíseo
Elecciones del 2022
Los Republicanos postulan a Valérie Pécresse, que dice inspirarse en Merkel
Los conservadores franceses vuelven a soñar con el Elíseo y apuestan por una mujer para alcanzarlo, Valérie Pécresse, de
54 años, actual presidenta de la región parisina. La misión se presenta difícil porque el terreno de juego ante las elecciones de abril del 2022 está muy concurrido y, sobre todo, porque Emmanuel Macron se dirige a una parte considerable del mismo electorado.
Pécresse, al frente de Isla de Francia –la región en torno a la capital, la más poblada del país– desde hace seis años, será la candidata de Los Republicanos (LR), el principal partido de la derecha tradicional. La vencedora del pulso interno en LR representaba una opción más moderada que la del otro finalista en las primarias, el diputado de los Alpes Marítimos Éric Ciotti, defensor de posiciones muy radicales en cuestiones económicas y de migración.
La aspirante conservadora, apodada la tigresa por algunos de sus correligionarios , hace gala de experiencia de gestión y de gancho electoral contrastado. Fue dos veces ministra durante la presidencia de Nicolas Sarkozy, primero de Enseñanza Superior e Investigación y más tarde de Presupuesto y Cuentas Públicas. También ejerció como portavoz del gobierno dirigido por François Fillon.
No será fácil para Pécresse superar la primera vuelta de las presidenciales. Los sondeos, hasta ahora, no le han sido muy favorables. Tendrá que competir por un electorado que también es cortejado por Macron –quien aún no ha confirmado que se volverá a presentar– y, en parte, por Marine Le Pen –por el bando derecho– y por el polemista ultranacionalista Éric Zemmour.
Pécresse alcanzó el 61% de votos, frente al 39% de Ciotti. Fue un resultado contundente que, no obstante, salvó la cara del adversario. La ganadora había quedado segunda en el primer turno, a pocas décimas de Ciotti, pero en la segunda vuelta ella obtuvo el apoyo de los tres candidatos que quedaron descartados, Xavier Bertrand, Michel Barnier y Philippe Juvin. En sus primeras palabras, la ya candidata al Elíseo destacó el hecho de que, por primera vez en la historia, la derecha francesa, el partido de De Gaulle, de Chirac y de Sarkozy, haya elegido a una mujer para aspirar la más alta magistratura de la República.
La candidata, que fue dos veces ministra con Sarkozy, es la actual presidenta de la región de París
En un primer mensaje obligadamente integrador, flanqueada por sus exoponentes, Pécresse pronunció algunas frases convencionales del universo derechista. “Restauraremos el orgullo francés y protegeremos a los franceses”, dijo. Hizo un llamamiento a la unidad y lanzó un guiño a sus rivales derrotados, dejando entender que los incorporará a su equipo, en especial Xavier Bertrand, presidente de la región norteña Altos de Francia, que representa el ala más social. “La derecha republicana ha vuelto, la derecha de convicciones, la derecha de soluciones”, subrayó. La candidata prometió abogar por “una globalización más regulada”, y defender la industria y la agricultura francesas.
Fueron significativas las pocas referencias al partido en sí. De hecho, tanto ella como Bertrand habían abandonado LR y se afiliaron otra vez, antes de las primarias, para poder participar en ellas. La fidelidad a unas siglas concretas no es tan sagrada en Francia como en otros países, de ahí que se hable a menudo de “familia política” (de centroderecha, gaullista), en un sentido amplio. El transfuguismo está más aceptado como algo natural. La distribución de la actual Asamblea Nacional es muy diferente de la que surgió en el 2017, pues muchos diputados no están ya en el grupo originario en el que fueron elegidos.
Según Pécresse, ella es muy diferente, “por naturaleza”, de Macron porque el actual presidente “está obsesionado por gustar”. “Yo estoy apasionada por hacer”, recalcó.
La moderación de Pécresse se impone al derechismo radical de su oponente, el diputado Éric Ciotti
La candidata derechista insinúa a veces que ella podría ser una Angela Merkel francesa. Tras la primera vuelta de las primarias, en una entrevista con la cadena LCI, Pécresse admitió que ella no es tan hábil dialécticamente como Macron pero que los franceses, después de la experiencia de los últimos cinco años, quieren un presidente con menos brillantez aparente pero más eficacia real al gobernar, algo así como lo que ha hecho
Angela Merkel en los últimos
16 años.
En su programa, muy liberal en lo económico, Pécresse hace mucho hincapié en aumentar el poder adquisitivo de las clases medias. Se ha puesto un listón ambicioso y complicado de alcanzar, el de lograr que, durante su mandato, los salarios inferiores a 3.000 euros netos al mes aumenten un 10%, gracias a la reducción de cargas sociales y presión impositiva. Una propuesta polémica es suprimir el sistema de 35 horas de trabajo semanales e instaurar la libertad sobre el horario laboral, que se deberá fijar a escala de empresa y de sector económico. También preconiza un adelgazamiento de la administración con la supresión de 200.000 empleos.
Si el foco mediático estuvo ayer sobre Los Republicanos, los otros candidatos al Elíseo no descansan. Zemmour dará hoy su primer mitin, después de oficializar su candidatura, en una sala de conciertos de la periferia norte parisina. Y Le Pen participó ayer en una reunión de partidos ultraderechistas y populistas en Varsovia a la que asistieron Jaroslaw Kaczynski, del partido gubernamental polaco, Derecho y Justicia, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y el líder de Vox, Santiago Abascal. Los presentes prometieron colaborar más estrechamente y aliarse en el Parlamento Europeo.