El centroizquierda se impone en Roma y Turín

Elecciones municipales en Italia

Derrota mayúscula de la ultraderecha de Salvini y Meloni, que ya perdieron en Milán, Nápoles y Bolonia.

El candidato del Partido Demócrata en Roma, Roberto Gualtieri, celebra su victoria

El candidato del Partido Demócrata en Roma, Roberto Gualtieri, celebra su victoria

REUTERS

No ha habido sorpresas. La derecha italiana se queda sin ninguna gran ciudad de las que estaban en liza en Italia. Los candidatos de izquierda se han impuesto rotundamente en la segunda vuelta de las elecciones municipales que se celebraban este domingo y este lunes en Roma y en Turín, dos urbes que se suman a Milán, Nápoles y Bolonia, donde la izquierda ganó directamente en la primera vuelta.

La batalla que mejor representa el nuevo orden electoral italiano es el de la capital, donde la elección estaba más abierta hace unas semanas. Allí, la alcaldesa saliente, Virginia Raggi (Movimiento 5 Estrellas, M5E) quedó cuarta y en la segunda vuelta el exministro de Economía Roberto Gualtieri ha arrasado ante el candidato de derechas, Enrico Michetti, un desconocido locutor de radio que eligió Hermanos de Italia. Según las proyecciones, Gualtieri habría obtenido el 60,3% de los votos frente al 39,7% de Michetti. Sólo en la ciudad de Trieste la derecha va por delante en el conteo de los votos.

Han perdido Roma y Turín

El resultado confirma el declive del M5E pese a la elección de Giuseppe Conte como líder

Se trata de un gran empujón para el Partido Demócrata (PD) del exprimer ministro Enrico Letta, secretario general de la formación. El partido, que estaba en horas bajas desde que en el 2018 obtuvo su peor resultado de la historia con Matteo Renzi al frente, parece haber recuperado músculo en el territorio. También han ido bien, donde las ha habido, las alianzas electorales con el M5E, una apuesta de Letta que ha sido un éxito en ciudades como Bolonia o Nápoles.

Para los grillini, en cambio, es la confirmación definitiva de su declive. En el 2016 el M5E prometía acabar con los modos políticos tradicionales y se impuso con dos jóvenes alcaldesas en Roma y en Turín, que han fracasado en su gestión. Fue su primer gran logro antes de ganar las elecciones generales del 2018. Pero desde que asumieron el poder sólo han cosechado malos resultados. Ni siquiera eligiendo a Giuseppe Conte, exprimer ministro, como líder del partido han cambiado de rumbo.

Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) y Matteo Salvini (Liga) junto con su candidato para Roma, Enrico Michetti

Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) y Matteo Salvini (Liga) junto con su candidato para Roma, Enrico Michetti

AFP

Pero los peor parados han sido Matteo Salvini y Giorgia Meloni. Líderes de la Liga y Hermanos de Italia, respectivamente, no han sido capaces de elegir candidatos convincentes pese a que en algunos lugares, como Roma o Milán, conocían antes quienes iban a ser sus adversarios. En la capital, ante una figura de peso como la de Gualtieri, que durante años fue presidente de la comisión de Economía del Parlamento Europeo, optaron por Michetti, alguien de quien nadie había oído hablar excepto por frases como que en tiempos de pandemia era mejor utilizar el saludo romano, “más higiénico”.

Durante la campaña electoral Meloni y Salvini han escenificado su desunión, pues compiten por ser la primera fuerza en los sondeos a nivel nacional, algo que también ha pesado en el resultado. Sin embargo, no significa que la ultraderecha esté retrocediendo en Italia: Hermanos de Italia y la Liga siguen encabezando las encuestas y ganarían unas elecciones si se celebrasen ahora en Italia. 

Ganarían unas generales

La Liga y Hermanos de Italia siguen liderando los sondeos a escala nacional

Su discurso convence más en las periferias que en las grandes ciudades, y la alta abstención –en esta segunda vuelta sólo el 47,5% ha acudido a las urnas, uno de los datos más bajos de la historia- sugiere que muchos de sus votantes se han quedado en casa pero no tendrían por qué hacerlo en unas generales. 

Sin duda, la segunda vuelta de las municipales ha estado marcada por la guerrilla urbana antivacunas que terminó asaltando la sede nacional de la CGIL, el mayor sindicato del país, un ataque instigado por los neofascistas Fuerza Nueva. La derecha se negó a acudir a una manifestación multitudinaria para rechazar la violencia, y Meloni incluso dijo no conocer su “matriz”. “Será fascista, no será fascista, ese no es el punto”, declaró.

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Anna Buj
FILE PHOTO: Leader of Italy's League party Matteo Salvini speaks to the media in Rome, Italy, January 28, 2021. REUTERS/Yara Nardi/File Photo

Ahora el centroizquierda tiene tiempo para rearmarse. Italia está adentrada en el semestre blanco, el momento en que no se pueden convocar elecciones hasta la designación del sucesor de Sergio Mattarella como presidente de la República. El PD, que secunda al pie de la letra todas las decisiones de Mario Draghi en el Gobierno, ha querido demostrar que sus mejores bazas electorales son la autoridad y la competencia de sus candidatos, algo que en pandemia pueden pesar más que el populismo. Pero falta que lo trasladen a nivel nacional. "Este resultado va más allá de las ciudades y afecta a todo el país", ha celebrado Letta, muy satisfecho. "Refuerza el Gobierno de Mario Draghi, un Gobierno que debe agotar la legislatura".

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