Ecuador se prepara para votar en unas elecciones presidenciales en las que prácticamente no hay ventaja. Así, los sondeos pronostican un empate técnico entre Andrés Arauz y Guillermo Lasso.
Algo más de 13 millones de ecuatorianos están llamados a las urnas para decidir el futuro del país en unos comicios polarizados: la vuelta del correísmo o seguir un camino continuista.
El que llegue al poder tendrá la ardua tarea de reconstruir un país económicamente herido y con un Congreso sin mayorías claras.