El héroe del filme ‘Hotel Ruanda’, detenido por presunto terrorista
Ruanda
Paul Rusesabagina salvó en 1994 de una muerte segura a 1.200 ruandeses
Le llamaban el Oskar Schlinder ruandés. En abril de 1994, cuando Ruanda sucumbió al horror durante un genocidio en el que más de 800.000 tutsis y hutus moderados fueron asesinados en 100 días, el gerente del hotel Mille Collines, Paul Rusesabagina se erigió en un héroe inesperado. Arriesgando su vida y sirviéndose de sus contactos, Rusesabagina salvó de una muerte segura a 1.200 ruandeses, a quienes refugió dentro de las instalaciones del recinto de lujo. Su hazaña fue llevada a Hollywood una década después en el filme Hotel Ruanda , protagonizado por Don Cheadle, Joaquin Phoenix y Nick Nolte.
Aunque posteriormente surgieron críticas por una supuesta exageración de sus méritos, el salto a la gran pantalla convirtió a Rusesabagina en una estrella global y en una de las voces más críticas con la deriva autoritaria del gobierno de Ruanda. Ayer su historia dio un giro radical. Las autoridades ruandesas anunciaron su detención, acusado de presuntos delitos de terrorismo.
Durante una rueda de prensa en la que le presentaron esposado ante los medios de comunicación, un portavoz de la Oficina de Investigación de Ruanda aseguró que se le acusa de ser “fundador, líder, patrocinador y miembro de grupos terroristas violentos, armados y extremistas… que operan en varias zonas del país y el extranjero”. Las autoridades ruandesas añadieron que el detenido, quien vivió exiliado en EE.UU. y Bélgica durante años, tenía una orden de arresto internacional por “delitos de terrorismo, incendio premeditado, secuestro y asesinato, perpetrados contra civiles ruandeses inocentes y desarmados”.
Rusesabagina, a quien George Bush condecoró en el 2005 con la medalla Presidencial a la Libertad, era una figura incómoda para el presidente Paul Kagame, quien llegó al poder tras el genocidio y desde entonces ha ganado elecciones con el 99% de los votos. Aunque el presidente ruandés ha estabilizado el país, que ha vivido uno de los mayores progresos sociales y económicos del continente, también ha castigado con dureza la disidencia.
Además de asesinatos en extrañas circunstancias de políticos enemigos exiliados —en el 2014 su exjefe de inteligencia apareció estrangulado Johannesburgo—, la opositora Victorie Ingabire, principal enemiga de Kagame, fue condenada a 13 años de prisión. Aunque Ingabire posteriormente fue indultada, entonces también fue acusada de terrorismo. Igual que ayer Rusesabagina.