A Ana Rita Oliveira le costó dormirse el domingo, pero al final, pese a la ansiedad que le provocaba la vuelta a las aulas, esta estudiante de Vilanova de Gaia, en el área metropolitana de Oporto, consiguió conciliar el sueño. Ayer, con mascarilla, tras pasar un control de temperatura a la entrada y por una zona en la que se dispensaba gel higiénico, entró ante una cámara de la RTP en su aula, que ahora está en la cafetería de la escuela, para garantizar que se guardan las distancias de seguridad. Fue la nueva cotidianidad que estrenaron los estudiantes portugueses de los dos últimos cursos de bachillerato y formación profesional, así como en las guarderías, si bien en éstas se observaba al inicio de la mañana menos afluencia.
Según una encuesta del Expresso , para el 72% de los ciudadanos era demasiado pronto para reabrir las guarderías, mientras que en un 58% también lo piensa de la enseñanza secundaria. “Portugueses con (mucho) miedo de volver a las calles”, titulaba este semanario. El 89% considera arriesgado ir en transporte público, porcentaje que es del 83% en el caso de los centros sanitarios, del 81% en el de los cafés y del 79% en el de los supermercados.
La expresión cualitativa de estos temores se ha visto en los últimos días en la ofensiva que han desplegado el primer ministro, el socialista António Costa, y el presidente de la República, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, justo cuando el primero acaba de mostrar su aval a la reelección del segundo en los comicios presidenciales de inicios del 2021.
Costa y Rebelo han multiplicado desde el fin de semana sus apariciones en distintos tipos de locales que han ido abriendo, para animar la actividad de un Portugal que ayer entró en la fase de aceleración de la salida de casa, que incluyó la apertura de la hostelería. Así, Costa posó desayunando en una terraza lisboeta de Benfica y se dejó de ver de nuevo al mediodía yendo a comer a un restaurante de Barrio Alto con el presidente del Parlamento. Rebelo declaró a la prensa tras visitar la torre de Belém que hará lo posible para que se venza al miedo.