EE.UU. acusa a Asad de crear un crematorio para ocultar ejecuciones masivas
Conflicto sirio
El Departamento de Estado estadounidense asegura que unos 50 prisioneros son ahorcados diariamente en la cárcel militar de Saidnaya y, después, quemados para no dejar pruebas
Imagen difundida por EE.UU. en la que se ve la prisión de Saidnaya y el edificio convertido en crematorio
El gobierno de Estados Unidos acusa al régimen sirio del presidente Bashar el Asad de haber perpetrado ejecuciones masivas de “miles” de prisioneros y quemar después los cuerpos en un gran crematorio fuera de Damasco.
El Departamento de Estado asegura que unos “50 detenidos están siendo ahorcados diariamente” en la prisión militar de Saidnaya , cerca de la capital. El crematorio está siendo usado para ocultar las pruebas de los asesinatos en masa de lo que constituiría un crimen de guerra conforme a las normas de la Convención de Ginebra., según añade la misma fuente.
Asad “ha caído a un nuevo nivel de depravación”
El Departamento ha publicando recientemente fotografías hechas con satélite y desclasificadas que muestran lo que dicen es un edificio del complejo penitenciario que ha sido modificado para usarlo como crematorio.
Al presentar las imágenes, el máximo diplomático estadounidense para Oriente Medio, Stuart Jones, afirmó el lunes que el gobierno de Asad “ha caído a un nuevo nivel de depravación”, con el apoyo de Rusia e Irán.
En el extremo derecho inferior del supuesto edifico del crematorio se ve nieve fundida en el tejado, lo que probaría que se llevan a cabo cremaciones, según asegura el Departamento de Estado de EE.UU.
En una rueda de prensa, Jones aseguró que esas pruebas muestran nieve derretida en zonas calientes de lo que sería un crematorio y pidió a Rusia, aliado de Asad, que aumente la presión para que “rindan cuentas por estas atrocidades”.
La prisión de Saidnaya ha sido denunciada varias veces por organizaciones de derechos humanos por sus infames condiciones. Amnistía Internacional denunció el verano pasado las “torturas, condiciones inhumanas y muertes masivas” que se producen sistemáticamente en las cárceles sirias e instó a la comunidad internacional a mediar para zanjar “abusos” equiparables a “crímenes contra la humanidad”. La ONG cuantifica 10 presos muertos diarios y, en cuanto a Saydnaya concretamente, considera la posibilidad de que hasta 13.000 personas hayan sido ejecutadas.
El responsable del Departamento de Estado confió en que estas pruebas lleven a Moscú a aumentar la presión sobre Asad para que se busque una solución política a la guerra civil siria, que incluya la salida del líder del país. Jones no quiso hablar de acción militar en respuesta a este crimen, como ocurrió cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenó bombardear el pasado abril una base aérea siria en respuesta a un ataque con armas químicas.