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¿Por qué fue importante Debussy?

Hoy 25 de marzo se cumplen 100 años de la muerte de este genial compositor francés, conocido popularmente por su ‘Clair de lune’.

claire de lune

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¿Seguir los cánones románticos de su época? Ni hablar. Claude Debussy se desmarcó de esa corriente desde sus principios como compositor para orquesta y piano. Ya como estudiante le encantó experimentar con disonancias e intervalos que no se correspondían con lo que le enseñaban en el conservatorio.

Aunque no le gustase la etiqueta “impresionista” aplicada a su trabajo, lo cierto es que admiró y se inspiró en obras de pintores impresionistas, y sus composiciones creaban una atmósfera que apelaba a los sentidos y que resultaba totalmente nueva por entonces.

Te contamos algunas curiosidades de la vida y la obra de Debussy.

1. De casta no le vino

Claude nació en 1862 cerca de París, en Saint-Germain-en-Laye. Fue el mayor de cinco hijos. Su padre regentaba una tienda de porcelanas, y su madre era costurera. Fue su tía paterna quien pagó sus primeras lecciones de piano a los 7 años.

2. Adiós al virtuoso

A los 10 años empezó a estudiar en el Conservatorio de París, donde pasó poco más de un decenio a las órdenes de los mejores profesores. Sin embargo, al perder el premier prix de piano, descartó convertirse en concertista.

Debussy en 1893. Foto: Wikimedia Commons / Autor desconocido.

TERCEROS

3. Chaikovski no “compra”

Debussy trabajó durante tres veranos, antes de la veintena, para Nadezhda von Meck, una rica mujer rusa que ejercía como mecenas de Chaikovski. A este envió Von Meck en 1880 la ‘Danse bohémienne’ del joven Debussy. El compositor romántico dijo de la pieza que era demasiado corta y “le faltaba unidad”. Debussy no se atrevió a publicarla.

4. Agobiado en Roma

En 1884, ganó el Prix de Rome de composición, premiado con una beca de cuatro años en la Académie des Beaux-Arts de la Villa Medici. Parece que no le gustó lo más mínimo. En cartas a una amiga, encontraba el ambiente asfixiante, la compañía aburrida, la comida mala y las estancias monásticas abominables.

Debussy en Villa Medici. Foto: Wikimedia Commons / Autor desconocido.

TERCEROS

5. La gran decisión

En Roma se sintió a menudo incapaz de componer. Las óperas de grandes como Donizetti o Verdi no le gustaban. Por suerte, pudo conocer a un ya venerable Franz Liszt, cuyo dominio del piano le maravilló. Por entonces decidió que seguiría su propio camino, dijera lo que dijese la academia: “¡No puedo evitarlo! ¡Estoy demasiado enamorado de mi libertad, demasiado apegado a mis ideas!”.

6. Wagner es el rey

Entre 1888 y 1889 visitó varias veces Bayreuth, donde asistió a óperas de Richard Wagner. Le encantó. Aunque su énfasis emocional no le iba del todo, la huella de la sensualidad del alemán se dejaría notar en varias de sus composiciones.

Richard Wagner. Foto: Wikimedia Commons / Franz Hanfstaengl.

TERCEROS

7. Aquí, un amigo

También en esa época trabó amistad con el excéntrico Erik Satie, compositor y pianista, como él, que se mostró muy receptivo al aire experimental de sus creaciones. Los dos compartieron una vida bohemia, tenían el mismo círculo de amigos y siempre estaban sin blanca.

8. ¿Música de Java?

En la Exposición Universal de París de 1889, Debussy escuchó por primera vez el gamelán, música tradicional de Indonesia. Alucinó. De inmediato incorporó sus curiosos ritmos, escalas o melodías en algunas de sus piezas, como Pagodes .

9. El ‘big hit’

Fue un año después, en 1890, cuando Debussy empezó a componer su Suite bergamasque. Se inspiró en poemas del francés Paul Verlaine. Su tercer movimiento, el más famoso y plenamente impresionista, es ‘Clair de lune’.

10. Un mujeriego

Su vida personal fue muy movida. A los 18 años ya había iniciado un amorío con una mujer casada, y llegó a mantener dos relaciones a la vez. Este comportamiento le hizo perder algunos amigos, y más cuando, ya casado, su esposa supo de una aventura e intentó suicidarse en medio de la plaza de la Concordia.

11. Muerte entre las bombas

Debussy murió de un cáncer a los 55 años. París, en plena Gran Guerra, estaba sometida a un bombardeo de los alemanes, así que no se pudo desplegar la pompa propia de un funeral público. Su procesión funeraria discurrió por calles totalmente desiertas.