La Inglaterra de los Beatles vista por los Beatles

Música y sociedad

Los componentes de la célebre banda, nacidos en la Segunda Guerra Mundial, reflexionaron sobre el país en que crecieron, clasista, con su difícil posguerra, su liberación en los sesenta o cierto retroceso en los ochenta

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Los Beatles junto a la reina Isabel II 

Otras Fuentes

Acostumbramos a pensar en los Beatles como los cuatro genios que cambiaron para siempre la música popular. Pero sus vidas son también el reflejo de un país, Gran Bretaña, que experimentaba profundos cambios. ¿De qué manera las biografías de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr nos proporciona una vía de acceso a la historia social del país?

Los “fabulosos cuatro” nacieron en plena Segunda Guerra Mundial, un acontecimiento que, lógicamente, no dejó de tener influencia en sus vidas. En la posguerra no hacía falta esforzarse demasiado para encontrarse con los rastros de la contienda. Paul McCartney recordará que acostumbraba a jugar en “solares arrasados por las bombas”. No obstante, en esa época, aún no relacionaba aquella devastación con los bombardeos. Tampoco reflexionaba mucho si, por la calle, veía a un soldado desmovilizado con un tic. La gente decía entonces: “Ah, tiene neurosis de guerra”. Según el ex Beatle, estos comentarios se hacían sin atender a lo que realmente significaba el término “neurosis” (The Beatles. Antología, Ediciones B, 2004).

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La población estaba sometida al racionamiento, aunque, para los más pobres, ese no era el auténtico problema. Ringo Starr explicaba que, si no tenías dinero, tu capacidad de consumo seguía siendo limitada con racionamiento o sin él. En cualquier caso, un simple pedazo de mantequilla parecía en aquellos momentos un gran tesoro.

Arriba y abajo

El futuro batería venía de una familia humilde que se vio sacudida por la marcha de su progenitor cuando él tenía apenas tres años. El abandono implicaba, entre otras cosas, un descenso en la escala social. El propio Ringo lo explicaría así: “Éramos clase obrera y, en Liverpool, si tu padre se iba de casa, pasabas a ser de la clase obrera más baja”. En adelante, la única entrada de dinero iba a proceder del trabajo de la madre, Elsie.

Años después, el músico diría que, por esta razón, su condición de hijo único no se tradujo en un exceso de mimos. En contraste con lo que sería su vida de millonario, su infancia transcurrió en el barrio de Dingle, una zona de Liverpool tan peligrosa que la gente tenía fama de jugar al beisbol con hachas. En su domicilio ni siquiera había baño, solo un retrete exterior.

British rock group The Beatles perform in a club prior to signing their first recording contract, Liverpool, England, 1962. L-R: George Harrison, John Lennon, Paul McCartney, and original drummer Pete Best. (Photo by Hulton Archive/Getty Images)

Los Beatles, en 1962 

Hulton Archive / Getty

Los cuatro Beatles crecieron en un mundo fuertemente clasista, con diferencias muy marcadas entre los de arriba y los de abajo. George Harrison sufrió estos prejuicios en carne propia cuando conoció a John Lennon, un chico que iba de rebelde pero que vivía, con su tía Mimi, en un barrio acomodado donde se miraba al proletariado con recelo. A los ojos de Mimi, el futuro compositor de Something no podía ser considerado una compañía aceptable.

Philip Norman, en George Harrison. Beatle a su pesar (Libros Cúpula, 2024), nos explica que, para la tutora de Lennon, el rock and roll venía ser una especie de puerta a la barbarie, al universo de violencia y alcohol propio de las clases bajas, esa gente que, además, hablaba con un acento espantoso.

Dos décadas prodigiosas

En los años sesenta, Gran Bretaña se despegó del viejo puritanismo victoriano. Se vivían tiempos de libertad. Para Paul McCartney, aquel tiempo fue un paréntesis que comparó con la historia bíblica en la que Moisés abre las aguas del Nilo… para volver a cerrarlas. La nueva mentalidad se refleja, por ejemplo, en el terreno sexual. En el pasado, las enfermedades venéreas habían sido el terror de los jóvenes. Más tarde, a partir de los ochenta, el sida supuso el retorno del miedo. En los sesenta, por el contrario, todo parecía muy fácil. Si había algún problema, a decir de McCartney, “ibas al médico y te ponía una inyección”. La píldora, a su vez, alejó el peligro de los embarazos no deseados.

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George Harrison y Paul McCartney, acompañados por la policía para poder pasar a través de sus fans, en 1964

Terceros

Los testimonios de los Beatles, como hemos visto, son fuentes para acercarnos a la historia de la cotidianeidad en Gran Bretaña, lo mismo que su historia social. Nada hacía presagiar, en su adolescencia, que iban a convertirse en iconos culturales del siglo XX. Ringo, al principio, tenía previsto abrir una peluquería cuando lo de la música se acabara. No pensaba que fuese a durar. La realidad iba a darle una sorpresa. Cuando ha pasado ya más de medio siglo desde la disolución de los cuatro de Liverpool, todavía seguimos hablando de ellos.

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