¿Qué había antes de la NASA?
La agencia antecesora de la NASA, el NACA, se creó en 1915 para superar el retraso estadounidense en navegación aérea. En 1958, la NASA sabría aprovechar sus más de cuarenta años de trabajo.
Durante más de cuatro décadas, la organización predecesora de la NASA desempeñó un papel crucial en las investigaciones sobre ciencia aeronáutica y preparó el terreno para los futuros vuelos espaciales en EE. UU. Casi ocho mil empleados, tres laboratorios (bautizados ahora como centros de investigación) y un presupuesto anual de 100 millones de dólares se integraron en la nueva Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA).
A principios del siglo XX EE. UU. había quedado en la retaguardia investigación aeronáutica en comparación con Europa, que se había lanzado al desarrolló de la aviación. En 1911, las principales potencias europeas habían creado un organismo estatal de investigación en torno a la navegación aérea. El estallido de la guerra en Europa en 1914 sería el empujón definitivo para la creación de una agencia norteamericana.
Desde el prestigioso Instituto Smithsonian, principal centro de investigación del país, ubicado en Washington, se veía favorablemente la creación de un centro de investigación especializado. En la primavera de 1915 la legislación permite crear una agencia gubernamental que sitúe a Estados Unidos en la senda del progreso aeronáutico: el NACA, o Comité Asesor Nacional para la Aeronáutica.
Si bien tuvo altibajos, debido, entre otros motivos, a la falta de presupuesto, logró mantenerse en la vanguardia de la investigación hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Pero con la Guerra Fría, el NACA no estaba preparado para asumir los retos que le planteaba la carrera aeroespacial con la URSS.
El lanzamiento del satélite Sputnik en 1957 es el hito que desencadena la desaparición del NACA y su inclusión en una nueva estructura.
El lanzamiento del satélite Sputnik el 4 de octubre de 1957 es el hito que desencadena la desaparición del NACA y su inclusión en una nueva estructura. Estados Unidos debía reaccionar si quería ganar, y lo haría en poco tiempo. La ley Nacional de la Aeronáutica y del Espacio se aprueba en el Congreso el 29 de julio de 1958, y la NASA comienza sus actividades el 1 de octubre.
La flamante agencia absorberá los recursos y el legado de su predecesora y gozará de mayores presupuestos para acometer una misión de largo alcance: conquistar el espacio.
Sin embargo, a lo largo de sus cuarenta y tres años de historia, el NACA cosechó importantes éxitos en el campo de la investigación aeronáutica que lo catapultaron a la cima de los centros de investigación en esta materia. Estos son los más destacados:
1 Túnel de viento de densidad variable
La concepción, desarrollo y puesta en marcha del túnel de viento de densidad variable fueron el gran logro de los primeros años del NACA, que situaron al laboratorio de Langley en un lugar de privilegio en el mapa de la investigación aeronáutica.
El túnel de densidad variable, instalado en el laboratorio de Langley en 1921, supuso un antes y un después en la investigación aeronáutica.
En la primavera de 1921, y bajo la supervisión de Max Munk, un destacado ingeniero alemán, comienza a construirse en Langley el túnel de viento de densidad variable (VDT). La clave de su éxito residía en que, a diferencia de sus predecesores, este nuevo mecanismo podía llegar a reproducir las condiciones reales de vuelo gracias a las variaciones en la densidad del aire. El túnel de densidad variable supuso un antes y un después en la investigación aeronáutica.
2 La famosa cubierta NACA
A finales de los años veinte, el NACA diseñó un revolucionario revestimiento para motores que supuso una reducción en la resistencia aerodinámica y un gran aumento de la eficiencia en el uso de combustible y la refrigeración del motor. Fue la famosa cubierta NACA.
3 Los perfiles de ala
Durante los “felices años veinte”, las demandas de la aviación militar habían disminuido, y el foco estaba puesto sobre la aviación comercial. En esos años, el NACA centra sus investigaciones en la reducción del ruido, la seguridad y la economía, aspectos que carecían de importancia para los militares.
En 1927, Charles Lindbergh había realizado su vuelo en solitario desde Nueva York a París. Nada hubiera sido posible sin las aportaciones del NACA, en especial por sus diseños de perfiles de ala y sus investigaciones en torno a los fenómenos aerodinámicos.
4 Prevención de hielo
En colaboración con la industria aeronáutica, el NACA desplegó importantes investigaciones durante los años de la Gran Depresión. Sus equipos desarrollaron túneles de viento de diferentes capacidades, establecieron pautas para el diseño y el pilotaje de los aviones, y avanzaron en el diseño de sistemas de prevención de hielo en los aviones. Este último avance tuvo muchísima repercusión durante la Segunda Guerra Mundial, ya que sería esencial para los bombarderos que operaban a gran altura.
5 El Mustang P-51
Sin el papel crucial del NACA, la superioridad aérea estadounidense no habría sido tan manifiesta en los cielos europeos. Todos los aviones que combatieron en la guerra, todos los nuevos motores de aeronaves, habían sido probados y mejorados en las instalaciones de la agencia. En particular, el Comité destacó por el desarrollo de las alas de baja resistencia del mítico caza P-51 Mustang.
6 Aviones supersónicos y nuevas tecnologías
Tras la Segunda Guerra Mundial, el NACA, los servicios militares y la industria aeronáutica se alían en 1945 para desarrollar y testar aviones supersónicos. Solo dos años después de este acuerdo se consigue romper la barrera del sonido.
Hubo dos éxitos del NACA que tuvieron repercusión en la IIGM: los sistemas de prevención de hielo en los aviones y las alas de baja resistencia del P-51 Mustang.
También se centró en la investigación en misiles y cohetes, para la cual instaló en la pequeña isla de Wallops, en Virginia, la División de Investigación de Aeronaves no tripuladas. Del mismo modo, la propulsión nuclear de los aviones fue otro de los campos de estudio en que se sumergió.
7 Regresar a la Tierra
Con el telón de fondo de la Guerra Fría, una de las principales contribuciones del NACA a los programas de misiles militares son las investigaciones relacionadas con los problemas de las naves espaciales para atravesar la atmósfera de vuelta a la Tierra desde el espacio.
Este texto se basa en un artículo publicado en el número 593 de la revista Historia y Vida. ¿Tienes algo que aportar? Escríbenos a redaccionhyv@historiayvida.com.