La nominación al Globo de Oro a la Mejor actriz de reparto que Mindy Kaling y Morris Chestnut anunciaron la mañana del lunes confirmó lo que durante varios meses era un secreto a voces en Hollywood: que Zoe Saldaña caminaba con paso seguro hacia su primera candidatura al Oscar.
Su papel en Emilia Pérez de Jacques Audiard, por el que compartió el premio a la Mejor actriz en el festival de Cannes con sus tres compañeras de reparto, la española Karla Sofía Gascón, la estadounidense Selena Gómez y la mexicana Adriana Paz, fue sin duda el mejor inicio para una marcha tranquila pero segura hacia la noche del Oscar, que tendrá lugar el 2 de marzo en el Dolby Theatre de Los Ángeles.
El inusual musical que ha sido seleccionado por la Academia de las Artes y Técnicas del Cine de Francia para representar a ese país en la categoría de Mejor película internacional cuenta sin lugar a dudas con ventajas, ya que en Estados Unidos y Canadá fue distribuido por Netflix, cuyos estrategas ya han dado muchas muestras de que saben cómo posicionar una película en la carrera por los premios.
“'Emilia Pérez' me dio la oportunidad de recuperar partes de mi ser que creía que había perdido para siempre”
La mejor jugada ha sido la candidatura como Mejor actriz de Karla, que también obtuvo una nominación al Globo, y postular como actriz de reparto a Zoe, aunque su tiempo en pantalla sea similar al de Gascón. Gómez, por su parte, no sólo competirá con Saldaña en la misma categoría por Emilia Pérez , sino que recibió además una segunda nominación como Mejor actriz televisiva de comedia o musical por Sólo asesinatos en el edificio , la tercera que obtiene por esa serie.
A los 46 años, casada con el italiano Marco Perego, con quien tiene tres niños, la hija del dominicano Aridio Saldaña y la hija de la puertorriqueña Asalia Nazario puede decir con orgullo que lleva casi tres décadas como actriz profesional y aunque desde sus inicios dio claras muestras de que tiene múltiples talentos y puede hacer cualquier cosa, en los últimos tiempos había quedado atrapada como estrella de grandes superproducciones, gracias a su papel como Gamora en el Universo Marvel, para el que hizo las tres partes de Guardianes de la galaxia a lo que sumó las dos últimas películas de Vengadores . A eso sumó el papel de Neytiri en otra enorme franquicia, la de Avatar , cuya tercera parte se estrenará el año que viene y que tiene otros dos capítulos en producción que llegarán a los cines en 2029 y 2031 respectivamente.
Como si todo eso fuera poco, Saldaña lleva años interpretando a la oficial de comunicaciones Uhura en la franquicia de Star Trek , un personaje que en la serie original encarnó Nichelle Nichols, y en el que Zoe debutó en el 2009 con la película con la que J.J. Abrams revivió el mundo creado por Gene Roddenberry.
Cuando Saldaña escuchó que Audiard, uno de los últimos grandes directores de cine de autor, buscaba actrices para una película hablada en castellano sobre un jefe narco que le paga fortunas a una abogada para que le ayude a desaparecer y cumplir su sueño de convertirse en mujer, no imaginó que el papel de Rita iba a transformar su carrera, pero se lanzó a conseguirlo simplemente porque llevaba años tratando de actuar en su idioma, ya que entre los 10 y los 17 años se mudó con su familia a Santo Domingo: “Nunca tuve esa oportunidad”, le confesó a Adrienne Gaffney de la revista Elle y explicó: “O me ofrecían proyectos que no eran buenos para mí o no les interesaba tener a una afrolatina en el proyecto. Lo cierto es que para mí fue mas fácil ser verde o azul en las películas de Vengadores o Avatar que negra”.
En esa entrevista, que compartió con Karla y Selena, Zoe admitió que en su vida le hubiera gustado saber antes el poder que da decir que no: “Como actriz sientes que se te va el tiempo y por eso te apuras a tratar de hacerlo todo. Dije que sí aun cuando sentía que estaba traicionando mis propios sentimientos cuando me proponían tener reuniones con ciertas personas o me invitaban demasiado rápido a sumarme a un elenco”.
Y en una conferencia de prensa con votantes del Globo de Oro, aseveró que hubo otras razones que le llevaron a luchar por el papel, desafiando al director Audiard a incorporar al guion una versión diferente a la Rita que había imaginado: “Soy una artista de alma, y Emilia Pérez me dio la oportunidad de recuperar partes de mi ser que creía que había perdido para siempre” aseveró, para luego aclarar: “En estos últimos años estuve desesperada por volver a aquello con lo que soñaba en mis inicios. De pequeña tuve la suerte de que mis padres me enviaran a estudiar danza, arte y tenis, cosas que luego me catapultaron para tener una carrera porque había una abundancia de papeles para mujeres activas que pudieran hacer proyectos de acción y ciencia ficción”.
La actriz resaltó que aunque todo eso le gusta, también le apetece hacer otras cosas. “Tengo manos de jazz en mi ADN. Soy una bailarina de alma y siempre lo seré. Poder mostrar cómo se siente Rita cantando y bailando era una oportunidad que no podía dejar pasar”, confesó.