Líneas rojas. No son solo límites, son fronteras que definen lo que una persona está dispuesta a aceptar o no en su vida. En las relaciones de pareja, estas barreras son esenciales, incluso en medio de un contexto tan desafiante como el de una pareja constantemente vigilada por los medios. Para Clara Chía, una de estas líneas es clara: su privacidad no es negociable.
Desde que su relación con Gerard Piqué se hizo pública, la catalana ha optado por mantenerse al margen del ruido mediático. En un entorno marcado por una infidelidad y un divorcio traumático con Shakira, que intensificaron el interés sobre la pareja, Clara ha preferido dejar que sea Piqué quien asuma el protagonismo frente a los medios.
Discreción ante todo
Sin apariciones no hay motivos para ser noticia
Una actitud que quedó patente durante el 125 aniversario del Fútbol Club Barcelona, celebrado en el Liceo de Barcelona. Aunque llegaron juntos y de la mano, Clara evitó posar en la alfombra roja junto a Piqué, dejando a su pareja frente a las cámaras mientras ella permanecía en un discreto segundo plano.

La pareja no se deja ver demasiado en eventos
Esta decisión no es casualidad. Desde que Shakira lanzó su tema junto a Bizarrap, en el que mencionaba directamente que Clara no era tan buena persona como aparentaba por haberse metido en un matrimonio con hijos, la joven catalana ha tenido que lidiar con una presión mediática sin precedentes.
Aguantar el aluvión de comentarios, memes y titulares no fue fácil, pero encontró el apoyo necesario en su entorno cercano hasta que, tras varios meses en los que no se hablaba de otra cosa, se olvidó el tema. Desde entonces, ha dejado claro que su prioridad es mantenerse al margen de ese tipo de polémicas.
Con el tiempo, la pareja parece haber establecido un acuerdo tácito para evitar situaciones que puedan reavivar el interés de los medios. Clara y Piqué no se dejan ver juntos en eventos mediáticos ni posan para las cámaras. Aunque esto no apague el interés por ellos, sí marca una diferencia en cómo quieren llevar su vida personal. Y para la joven esta línea roja es innegociable.