Entre su abanico de poderes, Superman fue capaz de hacer girar la Tierra hacia atrás y lograr que el tiempo retrocediera para evitar una tragedia.
Había que ver esa imagen en la que el actor Christopher Reeve giraba a toda velocidad alrededor del globo, más de una vuelta por segundo, como si fuera la cosa más normal.
Alexandra Reeve recuerda que su padre redefinió al héroe como una persona común y corriente
Tiempo después, sentado en una silla de ruedas, Reeve se convirtió en un súper humano. Fue un pionero en el activismo para avanzar hacia el futuro con su impulso de la investigación sobre las lesiones espinales.
“Él era muy consciente de esa ironía (entre el personaje y la persona) y del legado de Superman cuando la gente vio su historia y pensó en él tras el accidente”, declaró su hija Alexandra a Variety en la presentación de un documental dedicado a su padre durante la última edición de festival de Sundance.
“Hablaba de redefinir qué es ser un héroe... Es una persona común y corriente que sobrevive pese a todos los obstáculos abrumadores”, subrayó.
El bebe extraterrestre que se estrelló en Estados Unidos, adoptado por la familia Kent y bautizado como Clark, ejerció al crecer como defensor de los grandes valores con el aspecto de Reeve, el actor que mejor ha sabido dar vida en cuatro películas a ese salvador de la humanidad, sin ser humano. Ese papel, en el que compaginó el periodista tímido y algo friki con el ser de otra galaxia indestructible (kriptonita aparte), le sirvió al intérprete alcanzar en el firmamento de las estrellas. Esto le facilitó participar en otros filmes al colgar la capa.
Hasta que un accidente hípico en 1995, cuando cayó de un caballo, le dejó tetrapléjico, inmovilizado de cuello para abajo y con el uso habitual de un respirador. Tenía 42 años y empezó su nueva e incansable misión de impulsar la indagación médica para hallar una cura a ese enfermedad, así como la lucha por los derechos de las personas con discapacidades. Además, continuó vinculado al cine, delante o detrás de la cámara.
Murió en el 2004 por un ataque de corazón. Dana, madre de Will Reeve y madrastra de Alexandra y Matthew Reeve, fue diagnosticada de cáncer de pulmón. No había fumado en su vida. Falleció en el 2006, a los 44 años.
Estos avatares se reflejan en Super/Man: The Christopher Reeve Story , documental que se estrena este 21 de septiembre, en el que se explora la vida del actor. Dirigido por Ian Bonhôte y Peter Ettedgui, el documental se centra en la extraordinaria vida y carrera de Reeve, que todavía es ampliamente valorado como el mejor intérprete en la gran pantalla (o la pequeña) del hombre de acero .
“A pesar del amor y seguridad que mis hermanos me proporcionaron, y mi familia me proporcionó, y mi familia de adopción, el momento fue el 6 de marzo del 2006. He estado solo desde entonces”, confiesa Will en esta película, que tenía 13 años al fallecer su madre. Antes de su defunción, Dana Reeve se aseguró que su hijo estuviera bien cuidado. Hizo arreglos para que viviera con la familia de su mejor amigo.
Los tres hijos del actor se han implicado en el documental y han echado mano del archivo personal de Reeve
Sus hermanos mayores también lo dejaron todo para ayudarlo. Alexandra era estudiante de Derecho y Matthew trabajaba como productor.
Los tres hijos se han implicado en el documental, para el que han echado mano también del archivo personal de Reeve.
“Es un regalo, somo muy afortunados”, como Will sobre este trabajo. “No solo tenemos su colección de películas y de entrevistas, porque hemos descubierto cosas que desconocíamos, como una entrevista en Australia de 1977”, explicó. “Ver esto que no había visto no cambió mi percepción de él, sino que la mejoró”, remarcó.
En una conversación con Diane Sawyer de la cadena ABC, en la que Will hace de periodista, el hijo pequeño preguntó a sus hermanos si la gente se preocupó los suficiente por ellos una vez se quedaron huérfanos.
“Creo que haya pensado nunca en eso, como si no fuera el trabajo en cuestión. Nuestra tarea era mantener que las cosas funcionaran, que estuviéramos bien, honrando a nuestros padres los de la manera correcta, preparándote para que salieras adelante”, dijo Alexandra. “Nuestro mayor enfoque y estado de ánimo eras tú”, terció Matthew. Así reflexionaron los hijos, no de Superman , sino de un ser de carne y hueso.