Hace exactamente 15 años, tal día como hoy, Arantxa Sánchez dejaba fluir lágrimas de puro amor: vestida de blanco daba el ‘sí quiero’ a José Santacana. El momento sucedió en el Castell de Peralada (Girona). Este 12 de septiembre está al otro lado del espejo: Arantxa ha vuelto a llorar en presencia del mismo hombre pero en el áspero decorado de un juzgado de Lo Penal. Nada queda de aquellas promesas de amor y las sonrisas que captaron los fotógrafos. Hoy Arantxa se ha enfrentado al momento más difícil de su vida: tratar de convencer a la juez de que si ha obrado incorrectamente a lo largo de estos últimos trece años, ha sido, precisamente, influenciada e incluso dirigida por el hombre a quien juró su amor.
Ante el mismo hombre y en otro lugar
Hace exactamente 15 años, tal día como hoy, Arantxa Sánchez dejaba fluir lágrimas pero de puro amor
La declaración de Arantxa Sánchez Vicario estaba prevista para este próximo viernes, como la de su todavía marido ante la ley, José Santacana, acusados ambos de un delito de alzamiento de bienes. A petición de su defensa, encabezada por el abogado Borja Vives, la juez ha aceptado que la extenista protagonizase hoy su deposición; de nada ha servido la oposición de Juan Segarra, letrado de Santacana, que no encontraba justificación para alterar la hoja de ruta. Así, Arantxa ha explicado que era su marido quien acudía a las notarías para firmar las ventas de su patrimonio inmobiliario en España –del que ya no queda – nada y era quien recibía los cheques e ingresaba las cantidades en distintas cuentas.
Afirma que él lo gestionaba todo
Arantxa ha explicado que era su marido quien acudía a las notarías para firmar las ventas de su patrimonio en España
La extenista se ha mostrado como una persona dominada, prácticamente desvalida, que actuaba bajo las órdenes de su marido: según su relato, Santacana pasó a gestionar su patrimonio desde 2009 en sustitución de su padre. “Me dijo que él se encargaba porque tenía más conocimiento de empresas y sociedades. Yo me dedicaba y me seguí dedicando al tenis. Pero me he equivocado y por eso estoy aquí”, ha contado Arantxa. Y a preguntas de su abogado, afirma taxativa lo siguiente: “Él decidió actuar así; no quería pagar. Y sí, fue él quien vació las cuentas para no pagar al Banco de Luxemburgo”. Según su versión, era Santacana quien gestionaba, asimismo, sus cuentas en Suiza.
En realidad, Arantxa lloró por segunda vez en febrero de 2012, cuando presentó su libro biográfico, Arantxa, ¡vamos!, y acusó a su familia de haberla anulado y de ser los responsables de la desaparición de su fortuna.
Visiblemente nerviosa, pidió agua para continuar su relato. “Admito que me he equivocado y que no estoy de acuerdo con lo ha pasado. Estoy colaborando y llevo pagados ya 1.900.000 euros al BDL”, recordaba Arantxa. Hoy hemos conocido también que la extenista ha interpuesto una demanda a su ex en EE. UU., donde ambos continúan viviendo, para conocer adónde ha ido a parar lo que queda de su dinero.