Con 21 años, Aitana se corona como la estrella emergente del pop español

Finalmente, el cielo no cayó sobre nuestras cabezas. Las nubes retuvieron la amenazante lluvia y con la tranquilidad de Astérix, los periodistas abandonaron el interior rococó del palacete Albéniz para abordar a los premiados en una celebración inédita de los Ondas: la pandemia obligó a posponer la entrega de 2020 y este martes, 16 de noviembre, se unieron a los galardones de 2021. Así, los equipos de Carrusel Deportivo y de Tiempo de Juego, el jurado de Masterchef, Berto Romero (Mira lo que has hecho), Enric Auquer (Vida perfecta) y Fernando Onega coincidieron en Montjuic con Roberto Leal, Pablo López, Jordi Évole, Vicky Luengo (Antidisturbios), Javier Cámara (Vota Juan), Bob Pop e Iñaki Gabilondo, entre muchos otros. 

Pablo López recibe su premio por la su gira Mayday&Stay Tour, “con la que ha conseguido revitalizar los conciertos en uno de los momentos más complicados para la música en directo”. ¿Salir a la carretera era un trabajo duro pero alguien debía hacerlo? “Lo era pero ha sido un quid pro quo. Yo tenía la necesidad de salir. Lo que peor llevé del encierro fue no poder expresarme en el idioma que conozco mejor, tocando. En cuanto fue posible, junio de 2020, salimos a actuar y hasta hoy llevamos 80 conciertos. No era necesidad de arrastrar socialmente a nadie ni ser pionero en nada sino necesidad de tocar”.

Sus cuatro álbumes de estudio son disco de oro, platino y doble platino, pese a que el jurado Risto Mejide lo fustigó a conciencia en Operación Triunfo. Como sabemos, se equivocó y mucho. Hoy es Pablo López quien guía a otros en La Voz: “Nosotros, como coach, somos más compañeros que jurados. Pero equivocarse, nos equivocamos. Es ley de vida. Si me desacostumbrase a caerme, la siguiente vez no sabría poner las manos”. López es el artista español que más entradas ha vendido en el último año; con tal dimensión pública, tiene mérito haber sorteado convertirse en personaje de la prensa rosa: “Porque no le interesa a nadie (risas). Nadie me ha faltado nunca el respeto, siempre han sido amables y creo que sé jugar al despiste. Tengo a todo el mundo despistado”.

Barcelona es una ciudad talismán para Roberto Leal: su mujer es de aquí, vivió en la Sagrera, corrió su maratón y en Barcelona dio el gran salto profesional como presentador de OT. Hoy recoge un Ondas. Cuenta que cuando escuchó su nombre como premiado, se desmoronó de la emoción. El presentador, que ha hecho suyo en Atresmedia el exitoso Pasapalabra, resta mérito de su Ondas en un elegante gesto: “Desde el principio los compañeros me dieron cariño y han tenido mucha paciencia conmigo porque había que entrar en un formato ya hecho”.

Con 21 años y solo tres de carrera, Aitana atesora no solo el Ondas sino un premio MTV, mejor artista en directo de Los 40 y el ELLE Style. No es infrecuente que alguien tan joven –cuenta 21– se tuerza ante la presión de la fama o las mieles del éxito. Sin embargo, ella sigue siendo una muchacha amable, educada y sencilla. Basta ver cómo se conduce en las distancias cortas. La cuestión le suena genuinamente extraña: 

“No sé por qué debería cambiar. Me rodeo de mi gente de siempre, amigos, familia, lo que no significa que no haya hecho amigos nuevos en la industria y de quienes aprendo muchísimo. No me siento más que nadie porque no lo soy. Mi trabajo es como el vuestro, como cualquier otro, pero más público y la gente me reconoce por la calle. A un cirujano no le saludan ni felicitan por salvar una vida pero él sabe lo que hace; la única diferencia es que me conocen”. 

Aitana mantiene los pies afianzados en el suelo con tal firmeza que hasta no hace tanto confiesa que no confiaba en sus posibilidades. Casi cuatro años después de pasar por la Academia de OT, se siente más madura. Ha aprendido el valor de trabajar duro y no dar nada por hecho.

Cuando recibió la llamada comunicándole que era ganadora, se puso a llorar. Su padre le insistió: “¿Sabes lo importante que es este premio?”. Lo sabe. De hecho, confiesa sentirse abrumada por compartir fecha con nombres tan importantes como los que la rodean. Se toma la distinción no solo como un reconocimiento a su corta pero intensa carrera sino como una honrosa apuesta por un futuro que, de momento, no conoce límite. No obstante, no le resulta fácil imaginar cómo será su vida dentro de diez años, es de marcarse objetivos a corto plazo y vivir el presente. Por lo pronto, en 2022 quiere hacer gira en Latinoamérica. “Qué mejor que trabajar en algo que te entusiasma tanto, no lo veo ni siquiera un trabajo”.

Jordi Évole, premiado por el documental Eso que tú me das, en el que recoge los últimos días de Pau Donés, explica que esta mañana estaba especialmente nervioso en el estudio de El món a RAC1 de Jordi Basté. Se sigue emocionando cuando piensa en aquellas conversaciones, una lección de vida. “Este premio es un reconocimiento a Pau, yo solo hice de acompañante. A mí me cambió la forma de ver la vida; nunca podré agradecerle el regalo que me hizo. Antes era un agonías, tendía a angustiarme. Ver cómo quedándole 15 días tuviese esa capacidad de valorar lo que aún tenía por delante y yo, que en teoría me quedan muchos más… Solo puedo dar las gracias. Y lo hago cada noche cuando me voy a dormir”. Cinco premios Ondas lleva un periodista que comenzó casi como extra en las gradas de Andreu Buenafuente.