La modelo Gigi Hadid escribe una carta pidiendo a la prensa que respete la intimidad de su hija Khai
Derecho a la intimidad
La modelo ha expuesto cómo le gustaría que tratasen los medios, los paparazzi y los fans a su hija
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Gigi con su hija, Khai
Gigi Hadid es una de las modelos más importantes del mundo, y desde hace unos meses, está viviendo una nueva aventura: la maternidad. Tras la llegada de su pequeña Khai el pasado mes de septiembre, la modelo está experimentando todo tipo de cambios, muchos de ellos relacionados con su hija. Ser un personaje público e intentar vivir una vida privada no es cosa fácil, y parece que, en ocasiones, a la prensa no le importa que haya un bebé de por medio. Por eso, la modelo ha pedido a los fotógrafos, medios de comunicación y fans, a través de una publicación en Instagram, que respeten el derecho a la intimidad de su hija de diez meses.
Gigi con su hija, Khai
Gigi Hadid y su pareja, el cantante Zayn Malik, llevan juntos desde 2015, una relación que trajo una nueva alegría en septiembre de 2020, momento en el que nació la pequeña Khai. Desde que se quedó embarazada, la modelo ha mantenido su vida al margen de la prensa, pero el nacimiento de Khai hizo que Gigi optara por mantenerse alejada del foco público para proteger la identidad e imagen de la pequeña. Sin embargo, la vuelta a su trabajo ha traído consigo que una nube de paparazzi la siguen a todas partes en cuanto sale a la calle, vaya o no con su hija.
La persecución de la prensa es algo que Gigi conoce desde que era tan solo una adolescente. Como hija del afamado arquitecto Mohammed Hadid y la ex modelo Yolanda Foster, la joven sabe de sobra lo que es vivir como una persona conocida. Por ello, Gigi no quiere que hija sufra los mismos efectos desde pequeña al ser hija de dos personajes famosos a nivel internacional y, por ello, ha pedido un respeto a la intimidad de Khai.
La joven modelo ha publicado una carta abierta a través de sus 'stories'.
En una carta abierta que la modelo ha escrito y compartido a través de su cuenta de Instagram, Gigi agradece que muchos medios hayan publicado fotografías de su hija con la cara pixelada, pero que no todo el mundo dentro del mundo de la prensa social respeta esto y, tal y como insiste Gigi, ha habido personas que han publicado la cara de la menor sin pixelar, ni difuminar. Es por esto que la modelo ha pedido este favor a los profesionales de prensa y curiosos que la fotografían a diario, y da las gracias a los que sí colaboran manteniendo a la pequeña en el anonimato.
Gigi y su hermana Bella, también modelo, han vivido bajo los focos gracias a su famosa madre, la ex modelo y estrella de realities Yolanda Foster.
También añade que su deber como madre es proteger a su hija hasta que llegue el momento en el que Khai cumpla la mayoría de edad y decida por ella misma exponerse o seguir al margen.
La modelo, asimismo, ha reivindicado que los derechos de los niños se han de respetarse siempre, ya que una imagen puede arruinar o perjudicar la vida de una persona que aún no ha decidido su rumbo.
Gigi Hadid pasea a su hija por las calles de Nueva York
No es la primera vez
El derecho a la intimidad de los hijos e hijas de los famosos es un tema controvertido. La eterna lucha entre los derechos de los personajes y la libertad de expresión de la prensa con respecto a las imágenes de los menores de edad pasó a ser portada de los principales medios de comunicación después de que, en 2014, y tras una iniciativa puesta en marcha por las actrices Halle Berry y Jennifer Garner, el estado de California prohibiese las fotos a los niños de los famosos con una ley que castiga duramente a los paparazzi, con multas de entre 740 y 7400 euros e incluso penas de seis meses de prisión.
Ben Affleck y Jennifer Garner denunciaron en varias ocasiones el acoso de la prensa cuando salían a pasear con sus hijos.
En España a día de hoy, los medios de comunicación no pueden mostrar el rostros de los hijos de famosos a no ser que dispongan del consentimiento de los padres, el cual debe estar ratificado por el Ministerio Fiscal. Esto es, no solo vale disponer de la autorización de los progenitores, sino que también tiene que estar avalada por el ministerio público para, así, evitar que algunos padres se beneficien por la utilización de las imágenes de los menores.