Algunos internautas han interpretado un corazón morado de la actriz Paz Vega como un claro posicionamiento a favor en las reivindicaciones de la escritora y activista Lucía Etxebarria, y así, la ganadora de la primera edición del exitoso programa musical de Antena 3 Mask Singer: adivina quién canta ha sido tachada de TERF, acrónico de la expresión inglesa “Feminista Radical Trans-excluyente”.
En la publicación en cuestión, Etxebarria reproducía en Instagram un vídeo de una mujer transexual llamada Rosa María que había entrado por vez primera a un baño de mujeres. La crítica de Extebarría a esta situación partía del hecho de que Rosa María tiene "un pene funcional", y de que esta se negaba a debatir al respecto de qué baño debía usar, pues se siente una mujer. En el hilo generado durante la controversia, Rosa María respondió a otra usuaria con la imagen de un bate de béisbol con la palabra “Diálogo”, pero posteriormente aclaró que no lo hizo con intención amenazante ni violenta sino que era una broma.
Para Etxebarria, se está linchando a Vega “por haber manifestado su cariño a una mujer violada"
Etxebarria fue violada a punta de navaja y cuando detuvieron al agresor este fue absuelto porque “había habido un intercambio sexual y que el semen era suyo, pero no había marcas de golpes en mi cuerpo”, no pudiendo probar que había sido una violación. “Como no me resistí, no me creyeron. Si me hubiera resistido, hoy no estaría aquí para contarlo”.
Relatando su propia experiencia personal, la escritora y activista se reafirmaba en que “no quiero compartir un cuarto de baño o un espacio cerrado con una persona que entiende por diálogo un bate de béisbol y que tiene un pene funcional, por simple cuestión de precauciones".
Al final de su mensaje reivindicativo, la escritora interpelaba a los internautas: "Ahora decidme si vosotras os quedaríais solas con Rosa María en un cuarto de baño. Decidme si entendéis mi postura. Decidme si creéis que el PSOE apoya a las mujeres violadas".
Ese fue el mensaje en el que Paz Vega dejó el emoticono de un corazón, y por el que ha recibido un aluvión de críticas. La escritora decidió borrar la publicación en cuestión y compartir otra en la que no solo sigue defendiendo su discurso, sino que además defiende a la actriz. Para ella, "se está pidiendo su cabeza solo por haber manifestado su cariño a una mujer violada".