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Harvey Weinstein, ingresa en la cárcel tras ser declarado culpable de dos delitos sexuales con un castigo posible de más de 25 años

Veredicto final

El veredicto llega tras cinco días de deliberación y un mes de un juicio de alto perfil, emblemático del movimiento MeToo

Harvey Weinstein,a la entrada en su juicio

Peter Foley / Bloomberg L.P. Limited Partnership

Harvey Weinstein ya sabe su destino. El jurado del tribunal de Manhattan lo ha hallado culpable este lunes de un delito de acto sexual criminal en primer grado cometido sobre Miriam Haley, y de violación en tercer grado a Jessica Mann. Su rostro no cambió de expresión, pero por tres veces le dijo a sus abogados “pero soy inocente”. La pena puede llegar por encima de los 25 años de prisión. El juez decretó su encierro inmediato. Los policías se lo llevaron cogido de los brazos. Su caminador, una de las imágenes de esta vista oral, se quedó aparcado junto al banquillo de los acusados.

Sin embargo, en el veredicto se le absuelve de violación en primer grado (a Mann) y de los dos cargos más graves, los de ataque sexual depredatorio, en los que estaba involucrada la actriz Annabella Sciorra, que cada uno suponía la posibilidad de la cadena perpetua.

Pese a estas absoluciones, la fiscal Joan Illuzzi ha pedido la retirada de la fianza. La defensora Donna Rotunno ha apelado a la colaboración en el proceso, a que no se le hubieran declarado culpable de los cargos más graves y a su estado de salud. El juez James Burke ha atendido la petición de la fiscal y le ha indicado a la defensora que en la cárcel recibirá atención médica.

No admite culpa

Él siempre se declaró inocente

Harvey Weinstein,a la entrada en su juicio

Louis Lanzano / EP

El magnate, de 67 años, siempre se declaró inocente. Aunque no ha subido al estrado durante su juicio, en las diferentes comparecencias y en entrevistas siempre ha dicho que hubo sexo pero consentido. La líder de su equipo de defensa, la abogada Donna Rotunno habla de “un pecado de infidelidad” y ha colocado en la picota a las acusadoras. “Nunca he sufrido una agresión sexual porque no me he puesto en situación”, frase más que clara de que fueron ellas las que entraron en el juego. La fiscalía lo describió como un depredador sin alma para el que las mujeres sólo eran material desechable.

El jurado, integrado por siete hombres y cinco mujeres sólo les ha dado la razón en parte, aunque Weinstein sale peor parado. Le espera la prisión, salvo milagro.

También es una victoria parcial para las mujeres. Este caso se ha convertido en un hito para el #MeToo, el movimiento de denuncia contra los hombres poderosos que durante décadas se sirvieron de su preeminencia para abusar de mujeres bajo el chantaje de que era la única manera de consolidar su trabajo. Si no el inicio –la etiqueta #M eToo existía antes- las denuncias contra el magnate de Hollywood caído en desgracia –acumula en torno a un centenar desde la eclosión a partir de octubre de 2017-se convirtieron en la rampa de propulsión del movimiento a nivel global y han puesto en la cuerda floja a personalidades del cine, la cultura, el arte, los medios de comunicación o la política.

Víctimas

El caso de Sciorra sirve para probar la práctica de la depredación sexual

Periodistas y algunos manifestantes esperando a que Harvey Weinstein salga del tribunal

LUCAS JACKSON / Reuters

En un juzgado de Los Angeles estaban a la espera del final de este juicio para activar la causa presentada allá por la fiscalía, con otras dos mujeres como presuntas víctimas.

Los dos cargos de ataque sexual depredatorio, los más importantes de la lista de cinco, están castigados, cada uno, con penas que van de un mínimo de diez años a un máximo de cadena perpetua. Aquí se debía de probar que Weinstein atacó al menos a dos víctimas diferentes.

Por esta razón la fiscal introdujo a la actriz Annabella Sciorra. Aunque su caso de supuesta violación, en 1993, es demasiado antiguo y ya ha prescrito como delito separado, si se puede utilizar para probar la práctica de la depredación sexual.

A la premiada intérprete de los Sopranos, el ministerio público la ha colocado junto a las otras dos víctimas, Miriam Haley y Jessica Mann –ambas atacadas en sendos hoteles, en 2006 y 2013- para demostrar ese cargo más grave.

Al magnate le imputaron, además, dos cargos de violación sobre Mann, en diferentes grados, mientras que por Haley le acusaron de un acto sexual criminal en primer grado. Tal como ha sido la resolución, la pena que fije el juez deberá tener en cuenta que la violación en tercer grado supone de libertad condicional (bajo supervisión) a cuatro años de prisión, y el acto sexual criminal de cinco a 25 años entre rejas para el titán hoy con pies de barro. O, más bien, aferrado a un caminador, que parece un fetiche para él y un símbolo de su decadencia para otros.

La expectación el lunes era máxima, después de que la jornada del pasado viernes se cerrara con la sensación de que el jurado se encontraba cerca de un veredicto. Y así fue. Transcurrieron dos horas de que se reunieron en la habitación 99 y el portavoz –un hombre negro-, leyó el veredicto para cada uno de los delitos.

El juez debe fijar ahora la pena de prisión

En una nota a la sala, los integrantes del jurado indicaron en aquella sesión del viernes que se hallaban en situación de juicio nulo en los dos cargos más graves y que tenían unanimidad en los otros tres. El juez les envió a deliberar de nuevo para que trataran de desencallar la situación.

La duda debía centrarse en Sciorra, ya que durante la primera semana de discusiones requirieron una lectura parcial de su declaración, así como la de su amiga Rosie Perez, también actriz. Según diversos expertos, para llegar a considerar una condena por depredación, esto suponía que en alguno de los otros delitos habían llegado a la unanimidad en la culpa. Tal como está redactado el pliego de cargos, para llegar al mayor hay que estar de acuerdo en el menor.

En las quinielas se apostó por una pena por el acto sexual a Haley, de cuyo testimonio habían solicitado una revisión, en tanto que Mann, de la que no pidieron nada, creaba más suspicacias. Esta mujer mantuvo relaciones con Weinstein posteriores a la presunta violación en un hotel y continuado con una “cariñosa” correspondencia on line con su agresor, cosa que la letrada Rotunno se encargó de subrayar. Tanto que, en una de las jornadas en el estrado, Mann colapsó, entró en llanto y el juez tuvo que aplazar su testimonio.

Durante el juicio compareció una psicóloga que aseguró que no es raro una actitud de aproximación aparente al agresor, a posteriori, por el miedo a las posibles consecuencias de un rechazo. Si bien esto se ha producido en ocasiones, agentes policiales expertos en esta materia matizaron que no es habitual que estos casos lleguen a juicio al dar mucho juego a la defensa. Pero a Mann le creyeron en parte.

Después de que llevaran a Weinstein a la prision de Rikers island, los médicos lo trasladaron esta noche del lunes al Bellevue hospital, como prevención, porque tenía la presión sanguínea muy alta.