Este fin de semana, la familia de Paz Padilla ha estado de celebración. El domingo 23 de febrero fue el cumpleaños de su hija, Ana Ferrer, hija también de entrenador Albert Ferrer. Y como para la presentadora de Sálvame no hay mayor apoyo que su hija, han decidido celebrarlo a lo grande.
El cumpleaños ha llegado en un momento en que la familia no estaba pasando por su mejor momento. La madre de Paz Padilla, Dolores Díaz, fallecía el pasado 11 de febrero a los 91 años. Una mujer muy querida por su hija y su nieta, por lo que la mejor manera de recordarla es disfrutando de la vida con alegría, tal y como ella habría querido.
Por eso, la colaboradora de Mediaset ha empezado a recuperar poco a poco el vitalismo que siempre la ha caracterizado y, con motivo del 23 cumpleaños de su hija, ha organizado una calçotada este domingo con su familia. La misma Padilla compartía en sus historias de Instagram unos videos que le había grabado su hija en donde se la veía preparando una de las comidas más típicas en Cataluña, ya que su hija tiene raíces catalanas.
En el resto de publicaciones de la presentadora de Sálvame en Instagram salía sonriendo mientras cocinaba los calçots , el romesco, que es la salsa que los acompaña, y una paella para toda la familia. Al final del día, amigos y familiares felicitaban a Ana Ferrer con una enorme tarta de cumpleaños también preparada por su madre.
Pero el cumpleaños de Ana ya había empezado a celebrarse la noche anterior, ya que su novio Iván y sus amigos le habían organizado una fiesta sorpresa. Con motivo del Carnaval que se estaba celebrando esa noche, todos los invitados iban disfrazados, incluida su madre, que se había puesto en la piel de una vikinga. Su hija, por su parte, iba a conjunto con su novio y ambos se disfrazaron de la famosa pareja de Grease.