El motivo del enfado de Feliciano López

Feliciano López arremetió ayer contra la prensa rosa sin citar a ningún medio en concreto pero exhibiendo su enfado ante elucubraciones más o menos fundadas. La mayoría de publicaciones, en papel y on line, daban por hecho que su boda con Sandra Gago estaba blindada en orden a preservar una exclusiva: las fuertes medidas de seguridad, que no diesen declaraciones a la prensa y los autobuses tintados para trasladar a los invitados contribuyeron a esa impresión. Así, la sorpresa fue mayúscula cuando la propia pareja rompió la férrea disciplina para publicar en Instagram el mayor secreto de una boda: el vestido de la novia.

Sin ánimo de lucro

“No hemos vendido nada, más bien todo lo contrario”, bramaba el tenista en Twitter. Según ha podido saber La Vanguardia, no miente Feliciano. La pareja ha cedido un número muy limitado de fotos a una publicación pero sin cobrar por ello

“No hemos vendido nada, más bien todo lo contrario”, bramaba el tenista en Twitter. Según ha podido saber La Vanguardia, no miente Feliciano. La pareja ha cedido un número muy limitado de fotos a una publicación pero sin cobrar por ello. No hay, por tanto, exclusiva suculenta en el sentido clásico. Sí que es cierto que su buen amigo David Ferrer se precipitó al subir un stories en Instagram con el momento de la entrega del ramo de novia a la chica de Marc López, también tenista y compañero de dobles de Feliciano.

Pero eso fue todo. Como hemos visto, los propios novios rompieron el secreto compartiendo con todos unas cuantas imágenes. La boda discurrió por un cauce de diversión solo empañada por la infiltración de una periodista, que fue identificada y invitada a abandonar la celebración.

Entre los invitados del novio, un buen puñado de tenistas, además de preparadores y cuero técnico: David Ferrer, Juan Carlos Ferrero, Sergi Bruguera, Alberto Berasategui, Albert Costa, Marcel Granollers, Marc López... Fernando Verdasco y Rafa Nadal no pudieron asistir porque ambos están disputando sendos torneos. Por parte de la novia, estuvo la actriz Alejandra Onieva y Raquel Lozano (de GH), ya que Sandra es muy amiga de su novio.

No lo necesita

En realidad, esta boda poco ha tenido que ver con la primera del tenista, en que hasta el champán con que brindaron los recién casados era un patrocinio

Según informan a este diario, el aperitivo fue tan descomunal (camareros con bandejas inacabables, distintos puestos y food trucks) que nadie se creía que luego hubiese cena. Pero la hubo: salmorejo, solomillo y tarta, entre otros platos. La animación corrió a cargo de un grupo de flamenco y rumba en el aperitivo, mariachis en los postres –a la boda asistieron buenos amigos mejicanos de Feliciano– y luego un DJ para darlo todo en la barra libre. La pareja dispuso un servicio continuo de buses a partir de la 1 am, para quien quisiera regresar al hotel Puente Romano (Marbella, Málaga).

En realidad, esta boda poco ha tenido que ver con la primera del tenista, en que hasta el champán con que brindaron los recién casados era un patrocinio. “Fue porque se empeñó ella, a Feliciano ni le interesa ni necesita vivir de exclusivas”, explican a La Vanguardia las mismas fuentes.