Pepe Rodríguez: “El ganador del próximo ‘Masterchef Celebrity’ es una bomba”

El famoso método Stanislavski también se usa para triunfar en ‘Masterchef’. Sobre todo, en su edición Celebrity. Pepe Rodríguez ha sido testigo de actores y actrices que se concentran tanto en su papel mientras cocinan, que diríase que están rodando Fuera de carta o Como agua para chocolate. El chef, quizá el jurado más temido al que se enfrentan los concursantes, empieza sus vacaciones en Ibiza acudiendo a la llamada de los fogones. Pepe Rodríguez es uno de los invitados a la inauguración de Maymanta, la exótica apuesta del hotel Aguas de Ibiza Grand Luxe, que ha convocado en su terraza a la gente guapa de la Isla Blanca: esta noche mostrará lo mejor de la cocina peruana fundida con el producto local de la mano del chef Omar Malpartida.

Rodríguez saborea el inacabable recorrido gastronómico por la Amazonia, los Andes y la costa del Pacífico mientras charla con Josie, estilista de Cristina Pedroche y personaje por sí mismo, y con Mireia Canalda, la modelo catalana más ibicenca, que acude acompañada de su marido, el exnadador Felipe López. La sorpresa la da Anthony Blake, que viste inusualmente de blanco. El mentalista está ultimando su próximo show, que estrenará en Madrid hacia noviembre. “Esta vez, el público formará parte de un experimento como no se ha visto antes. Puedes ser tú”, nos desliza, misterioso.

Pepe Rodríguez observa la bahía de Santa Eulària desde la piscina infinity del Aguas de Ibiza y aparta un irresistible tiradito quechua para atender a La Vanguardia.

Desfaciendo entuertos

Eva González dejó el programa para irse a La Voz y se ha publicado que no la echarían en falta. Pepe nos explica lo que realmente dijo

Cuando en un evento aparece como invitado un jurado de Masterchef, imagino que en cocinas cunde el pánico, si bien Malpartida es el artífice del tan reconocido Luma de Madrid. ¿Eres muy severo o bajas un poco el listón?

Yo he sido siempre muy crítico, pero ya lo era antes del programa. Y es lógico, va en mi profesión. Me he dedicado toda mi vida a conocer restaurantes, los mejores de España y varios del mundo, llevo 30 años en una cocina y tengo mi opinión formada. Esa deformación profesional te lleva a ver fallos, claro, pero disfruto mucho comiendo. No se me ocurriría criticar a nadie ni en broma.

Acabas de terminar de grabar Masterchef Celebrity, una nueva edición que veremos en septiembre u octubre. ¿Qué puedes adelantarme?

Ha sido muy divertido. Ver a gente que no tiene nada que ver con la gastronomía pero que les pica el gusanillo de demostrar lo que saben o pueden aprender…

Es decir, la vanidad supone un buen acicate.

Claro, todos tenemos nuestro ego, ese afán de demostrar que lo haces mejor que el de al lado.

¿Qué celebridad te ha sorprendido más a lo largo de estas ediciones?

Muchas. Los deportistas se lo toman como si estuviesen compitiendo, con un interés en que les va la vida y esos actores que se meten en el papel como si estuviesen rodando. En realidad salen todos los perfiles de la sociedad: el más pasota que se relaja, el que se echa el equipo a cuestas, el que se pone en segundo plano y el que se pone tenso y quiere cocinar como si fuese Martín Berasategui.

Los ánimos se caldean muchas veces. ¿Sucede por igual a amateurs y a famosos? Recuerdo qué mal lo pasó Fernando Tejero.

Así es. En el caso de los amateurs es normal, porque el programa puede suponerles un trampolín si desean dedicarse a esto profesionalmente, pero con los famosos también pasa aunque no se vayan a dedicar en la vida. Y ocurre porque el programa está tan bien hecho y sabe cómo tocar la fibra personal para que no puedas escurrir el bulto.

Dime tan solo si el ganador de esta edición es alguien que el espectador no espera, si va a sorprender.

¿Sorprender? Seguro. Segurísimo. Es una bomba, alguien por quien no apostarías jamás como caballo ganador.

Los amateurs se pican y con los famosos también pasa aunque no se vayan a dedicar en la vida. Y ocurre porque el programa está tan bien hecho y sabe cómo tocar la fibra personal para que no puedas escurrir el bulto”

Pepe RodríguezJurado y chef

Espero que tú no lo escurras ahora. ¿Qué tal vuestra relación con Eva González? Dejó el programa para irse a La Voz y se ha publicado que no la echaríais en falta…

Eva es amiga y una presentadora extraordinaria. Si a mí me preguntan si prefiero Masterchef con Eva o sin ella, digo que con Eva. Comenzamos juntos y hemos hecho tantos kilómetros… Desayunamos, comemos, viajamos… Así que cuando leo ese titular pienso que es una locura porque somos amigos. Lo que sí digo es que hay vida en Masterchef sin Eva; ella sabía cuál era su papel y su peso. Cuando llega Atresmedia y le hace esa oferta, pues Masterchef es precioso pero Eva tiene un hijo y un marido. Hay que normalizarlo todo.

Durante un tiempo se especulaba que entra ella y el jurado Jordi Cruz podía haber algo más que compañerismo. ¿Cómo se lo tomaban?

(Risas) Se reían, desde luego. Es parte del espectáculo. Cuando entras en la tele comienzas a ver cosas que no imaginas pero que terminas por normalizar.

Terminas de grabar, estás de vacaciones y te vemos en la inauguración de un restaurante de categoría. ¿Nunca desconectas del todo?

Mis vacaciones van relacionadas con la gastronomía; hago viajes donde se coma y se beba. Puedo venir a Ibiza 15 días pero cenaré y comeré siempre fuera de casa viendo sus mejores restaurantes, como es el Maymanta en un hotel tan magnífico como Aguas de Ibiza. El año pasado hicimos un viaje a Tailandia solo por el rollo gastronómico. Y si no se comiese bien en Tailandia, vamos, qué pintaba yo allí. Además, cociné cosas allí con una señora tailandesa: curry, sopas, etc.

Como bien en todas partes. Cuando la gente dice 'Es que en EEUU se come fatal', no saben lo que dicen. Depende de dónde vayas”

Pepe RodríguezChef y jurado

¿Qué lugar te ha sorprendido más?

Como bien en todas partes. Cuando la gente dice “Es que en EEUU se come fatal”, no saben lo que dicen. Depende de dónde vayas. También es verdad que mi formación me permite fallar bastante poco. Como de maravilla porque me dedico a ello.

¿Cómo ves la actual pasión por la gastronomía? Me refiero particularmente a tantos jóvenes a quienes ha cautivado como para querer dedicarse profesionalmente.

Las nuevas generaciones entran en este mundo bien por programas como el nuestro, por la influencia de las redes sociales, porque tienen un familiar que se dedica o porque se ha socializado un mayor conocimiento de la gastronomía. Pero la realidad es dura: ser cocinero es muy serio y sacrificado y así como hay un fracaso escolar en el colegio también lo hay en las escuelas de cocina. Están llenas pero pocos llegan al final. Muchos se dan cuenta de que no es como pensaban: en la tele solo vieron la guinda del pastel. Y mira que tratamos de mostrar ese estrés en el programa. Añade la vertiente empresarial. No es un mundo fácil.

Imagino que con tanta experiencia como atesoras y siendo ya un chef consagrado, te equivocarás pocas veces pero, ¿recuerdas algún día especialmente nefasto en la cocina?

Uy, los he tenido, claro. Pero no sé cuándo estás consagrado: cada día debes demostrar tu valía, tu profesionalidad y estar actualizado siempre. He metido la pata muchas veces: recuerdo cuando comenzaba que preparé un día una lubina a la sal que… Era un lubinón muy grande y aquello estaba crudo, me lo volví a llevar a la cocina, volví a echarle sal, lo serví otra vez… ¡No me hagas recordar ese momento! (risas). El cliente me consintió mucho, me lo perdonó todo porque era principiante. Hoy, con 30 años de experiencia, sigo metiendo la pata, claro. Aunque menos.