La rentable farsa de la boda de Belén Esteban
Análisis tras la exclusiva
Telecinco monta un circo mediático de altura para informar de la ceremonia sin desgastar ni perjudicar la imagen de su colaboradora estrella
Desvelada la primera imagen de la boda de Belén Esteban y Miguel Marcos
¿Qué colaboradora de Sálvame acudió a la boda de Belén Esteban con un vestido de 12 euros?
No sabemos si la de Belén Esteban ha sido una de las bodas del año pero lo que sí que parece claro es que es el enlace que más está dando de que hablar en la galaxia entera. Más de 72 horas después de que la conocida como ‘princesa del pueblo’ se diera el ‘sí, quiero’, con Miguel Marcos, la pareja no solo sigue siendo noticia, sino que el carrusel temático que parece que ha montado Telecinco para sacar partido del evento hasta desgastar sus vísceras parece no tener fin.
Pero la cadena tiene un mérito innegable que pasa por haber sido capaz de proporcionar un show inagotable de declaraciones, reacciones, material gráfico y trifulcas varias sin cruzar la línea roja trazada y negociada por los mandamases junto a la protagonista de la boda desde hace días: prohibido ensombrecer el día más feliz de la Esteban y mucho menos reventar una exclusiva para la revista ¡Hola! que ha salido este miércoles y que vale quilates (Según algunos medios, una cifra cercana a los 90.000 euros). Aunque sea a costa de tomarle el pelo a una audiencia que, eso sí, ya debería estar acostumbrada a los coitus interrumpus de los contenidos de Mediaset.
Los números de la ceremonia
La boda de Belén Esteban habría costado entre organización y comida, seguridad, vestido y joyas unos 267.000 euros y la exclusiva de ‘¡Hola!’ podría estar en torno a los 90.000 euros
Pocos espacios en el universo televisivo son capaces de hacer magia con un chicle y alargarlo tanto como sea posible como los diferentes programas que conforman el ADN de Telecinco, cadena que más allá de sus informativos, parece haber apostado toda su esencia al reality y a la bronca continuada. Esta vez, no obstante, han tenido que hacer un doble salto mortal de extrema dificultad ya que la misión no era nada fácil: generar horas y horas de contenido televisivo sin dañar la autoestima y la cuenta corriente de una de sus criaturas más rentables, por no decir lo que más. Y para ello han tenido que montar una tragicomedia con tintes tramposos que tuviera el objetivo de hacernos creer que la información estaba por encima de todo creando unos artificios que a estas alturas, por surrealistas, no solo son difíciles de creer, sino que ofenden el sentido común de sus espectadores.
Retroalimentarse de la misma información
Pocos espacios en el universo televisivo son capaces de hacer magia con un chicle y alargarlo tanto como sea posible como los diferentes programas que conforman el ADN de Telecinco
Y aquí es donde aparece el fotoperiodista Diego Arrabal para amenizar las tardes de aquellos espectadores que creían que en Telecinco iban a ver algo de interés de lo que sucedía en la boda. El razonamiento puede parecer lógico: si Belén Esteban es la colaboradora estrella de la cadena es normal que Mediaset pudiera tener alguna exclusiva o avance en forma de imagen de un día tan importante para ella. “No me llames iluso por tener una ilusión”, que decían aquellos. Ilusionismo es precisamente lo que tuvo que hacer Telecinco a la hora de explicar a sus espectadores que iban a estar dos días seguidos conectados a una boda de la que no pensaban ofrecer ninguna pista. Todo el pescado estaba vendido, en esta caso a una revista del corazón, y las sobras- que han sido muchas- para una cadena que se siente cómoda haciendo de funambulista con el único fin de cosechar audiencia.
¿Qué papel tuvo Arrabal en este tinglado? Hacernos creer que iba a reventar la boda de la Esteban. Y atención que ahí está el truco de todo. Lo hace en el programa Viva la vida, cuyo director, Raúl Prieto, fue el encargado de llevar a la de San Blas hasta el altar. Es decir, que mientras el gran jefe del programa es una de las personas más importantes en la ceremonia- ¡el padrino de la novia!- nos tenemos que creer que su programa, al margen de ese sentimentalismo, lo dará todo para reventar la boda- se supone con el consentimiento del propio Prieto- para tener imágenes exclusivas antes de que salieran este miércoles las ansiadas fotos con el secreto mejor guardado: los dos vestidos de novia de la protagonista.
La operación del fotoperiodista
Diego Arrabal amenazó con reventar la exclusiva de Belén Esteban aunque finalmente puso las imágenes conseguidas a disposición del programa ‘Viva la vida’
Y así las cosas, ni corto ni perezoso, el fotoperiodista en cuestión emuló a Tom Cruise en Top Gun para conseguir fotos sobrevolando la finca con una avioneta para luego, como el que no quiere la cosa, instalar una grúa en frente de la puerta- muy inadvertido no pasaba- y tomar otras fotos desde las alturas. En total y según él, más de 1.000 fotos que podrían valer un pastizal. ¡Objetivo conseguido! ¿Y ahora qué?
Pues ahora más circo. Más allá de algunos de sus trabajadores que fueron descubiertos por la Policía Nacional y expulsados de la finca- con preguntar al director del programa hubiera bastado- el fotoperiodista apareció de nuevo en plató el día siguiente a la boda para enseñar las fotos a parte del equipo, incluso a una señora del público, y poner toda la tarjeta de memoria a disposición del programa para que hiciese lo correcto ya que él insistía en que no quería sacar dinero con la comercialización de las fotos.
Así que doble misión: creernos que el señor en cuestión montó una feria para acrecentar su orgullo como fotoperiodista y que el programa elegía libremente qué hacer con el dilema sin tener en cuenta la palabra de su director, padrino de boda de la Esteban. Os sorprenderá pero decidieron no mostrarlas...Por cierto, la boda de Belén Esteban habría costado, según números desgranados por el programa Sálvame, entre organización y comida, seguridad, vestido y joyas unos 267.000 euros y la exclusiva de ¡Hola! podría estar en torno a los 90.000 euros.
Así que con este Carnaval- con hackeo de su móvil incluido por ahora sin consecuencias graves- solo queda constatar lo más tangible. Belén Esteban, en un ejercicio de hermetismo jamás visto en la prensa del corazón, ha logrado congelar su exclusiva hasta este miércoles- tres días después de su boda- sin que nadie arañara una sola parte de los detalles de su boda. Y triunfo también para Telecinco que abusando, una vez más, de la bondad de su ejército de espectadores leales, ha logrado llenar horas y días de programación- generar audiencia- con una trabajada cortina de humo en la que no solo ha brillado por su ausencia una sola exclusiva, sino que ha protegido la imagen de su colaboradora más rentable a base de una historia de espías de serie B que roza la cutrez y la desesperación periodística. Otra cosa es lo que pase a partir de ahora, con la exclusiva ya publicada. Llega el verano y hay muchos espacios ávidos de nuevas polémicas. Y llegados a este punto los amigos de mis amigos ya no son mis amigos.