El príncipe heredero Ernst August de Hannover llegó a un acuerdo hace unas semanas con el ministerio de Ciencia y Cultura alemán para deshacerse del Castillo de Marienburg por un euro. La fortaleza necesitaba una reforma estructural que costaría unos 27 millones de euros al heredero y que iba a ir a cargo de las arcas públicas de la República Federal de Alemania tras su venta.
Según el medio alemán Bunt, el padre de Ernst August, el príncipe Ernesto de Hannover y de Mónaco, se ha opuesto tajantemente a la venta del castillo que cedió a su hijo en 2004. Según la prensa alemana, el proceso de venta se ha parado por la prohibición de Ernesto padre debido a que considera la operación “indigna e ilegal”.
Fachada del Castillo de Marienburg
El gobierno alemán ha informado de que la compra no está cancelada, pero se encuentran paralizada a la espera de que se resuelva esta disputa familiar. El príncipe heredero no tiene duda de que esta operación puede realizarse si él quiere y afirma que tiene el control de los asuntos relacionados con los bienes inmuebles que heredó de su padre.
La disputa no parece estar cerca de su resolución, padre e hijo están enrocados en su decisión. Algunas salas del castillo de Marienburg, que lleva 150 años perteneciendo a la casa Hannover, volvieron a recobrar su majestuosidad en julio del año pasado cuando se celebró la fiesta de la boda del príncipe heredero Ernst August de Hannover con Ekaterina Malysheva.
Habitación del Castillo de Marienburg
Al enlace estuvieron invitados todos los hijos de la princesa Carolina de Mónaco, que legalmente sigue casada con el padre del propietario del castillo, y de la que la presa alemana afirma que está del lado del príncipe heredero en cuanto a esta venta.
Habitación del Castillo de Marienburg