Joan Gràcia: “En las revistas solo sale la isla del lujo y el sensacionalismo pero hay otra Ibiza”

Mientras los artistas se mueven en una sensual y perfecta coreografía sobre el escenario, todo el mundo en la sala come, baila, ríe, bebe y descorcha botellas de champán. Cuatro, a veces más, camareros por mesa no permiten que el cliente tenga que levantar un dedo para solicitar algo. La cornucopia del lujo no deja de manar risa, erotismo, talento y viandas. Y mientras todos se divierten, un hombre con el pelo cano, polo negro y gruesas gafas de pasta, se sostiene la barbilla a pie de escenario. Nadie repara en él pero él lo observa todo. Joan Gràcia, ex Tricicle, es el director de orquesta de esta sinfonía de cuerpos perfectos. Lío, el club más exclusivo de Ibiza, ha salido de su cabeza.

A decir verdad, Gràcia es el director de espectáculos del Grupo Pachá y bajo su mano se desarrollan cada temporada los shows del hotel resort Destino, la Flower Power de Pachá y el siempre cambiante espectáculo de Lío. Se hizo famoso por actuar sin abrir la boca y hoy queremos retarle a que nos explique con palabras una experiencia casi inenarrable. Ha aceptado el reto.

¿Cómo definirías Lío para quien nunca ha estado?

Es una experiencia. Única, además, por todo lo que ofrece: ubicación, decoración, cocina, espectáculo y club. La experiencia es global y lo que más importa es que no solo el grado de satisfacción con que uno sale sino la necesidad de contarlo a los demás. Como cuando ves por primera vez aquella película que te gustó tanto y deseas compartirla con la gente. El cliente se desinhibe: canta, baila, besa, bebe y come. No olvidemos que todo ocurre en un restaurante

El encargo de comandar la dirección artística de Lío llega del propio Ricardo Urgell. ¿Cuándo oEs conocisteis?

Yo veraneaba en Sitges y conocí Pachá [el primero de su nombre] con 16 años. Entonces había más permisividad para el acceso. Conocí a la familia Urgell entonces. Aunque yo luego pasé a veranear tranquilamente en Menorca, hace siete años y pico, Ricardo tenía en mente crear el Lío y buscaba alguien para llevar el cabaré. Contactó con el Cirque du Soleil pero no llegaron a un acuerdo. Me preguntó a mí si me atrevía a llevarlo. Dudé cuatro segundos.

La experiencia es global y lo que más importa es que no solo el grado de satisfacción con que uno sale sino la necesidad de contarlo a los demás. Como cuando ves por primera vez aquella película que te gustó tanto y deseas compartirla con la gente”

Joan GràciaActor y director teatral

Tienes una dilatadísima experiencia en teatro, no solo como parte del Tricicle, pero la idea de Urgell era un reto mayúsculo. ¿Cómo superar al Cirque du Soleil?

Precisamente, ya que no llegó a un acuerdo con ellos, le propuse hacer lo contrario. En ese maravilloso espectáculo, tú eres simple espectador. Lío parte de la esencia de Tricicle con la risa como diálogo con el público a bajar a interactuar con ellos y a saludarles en el hall al acabar el show, para saber qué les ha gustado más, que no… Ese contacto con el público, en que el artista no es un dios sino uno mortal, lo he aplicado en Lío. He recuperado lo que conocí toda mi vida en el Paral·el, ya que soy del Poble Sec: la revista del Victoria, el Molino, el Arnau… He mamado mucho cabaré y hacía poco que habíamos dirigido Spamalot, La Generala, el musical Forever Young y me traje mucha gente, bailarines y cantantes, con una calidad extraordinaria. El nivel musical y coreográfico que tenemos es muy alto.

Imagino que es necesario haber pisado también unas cuantas discotecas para organizar un espectáculo como director de escena.

Sí, también, aunque actualmente las piso menos. Cuando termina la sesión en Lío me voy a casa (risas). Hay cierta música actual que me cuesta entender. Estoy más cerca del Flower Power y el funky que de cierta música electrónica. En Lío recuperamos música que no ha pasado de moda y versionable si bien este año usamos música muy actual. Cada año el espectáculo es diferente.

¿Cuántos currículums has recibido desde que te pusiste al frente de Lío?

¡Buf! No sabría decirte. No solo CV de personas a quienes les gustaría trabajar aquí sino también propuestas, algunas muy interesantes y otras descabelladas. Hacemos muchos castings y vamos renovando plantilla cada año, para tener más frescura y para que el cliente vea caras nuevas. Nos nutrimos mucho de cantantes de musicales; ahora mismo hay dos que estaban en El Rey León hasta abril, en julio llega Julián Montalvo, que ha estado en Spamalot, We will rock you, ha estado aquí Marta Ribera… Ha pasado por Lío gente buenísima.

Es fina la línea que separa un burlesque con estilo de algo que puede intimidar al cliente por desmesurado. ¿Cómo definirías la provocación?

Nuestra línea es no ser nunca invasivos, no poner en un aprieto o incomodar al cliente. Los artistas tienen la psicología suficiente para saber, según la mirada o actitud del cliente, si pueden entrarles o no, contonearse o sacarlos a bailar. Si alguien está cenando, no le molestes. Si te mira pero no te transmite ganas de comunicarse, no le molestes.

Madonna, Dolce & Gabbana, Naomi Campbell, Lenny Kravitz, Leonardo DiCaprio, Beyoncé, Schwarzenegger, Paul McCartney, Johnny Depp, Shakira, Cristiano, Messi y Rafa Nadal, entre otros, han cenado en Lío

Sé que por allí han pasado decenas de famosos de primer nivel: Madonna, Dolce Gabbana, Naomi Campbell, Lenny Kravitz, Leonardo DiCaprio, Beyoncé… ¿Cuál ha sido la visita que recuerdas con más cariño?

En una mesa, Valentino había invitado a cenar a Anne Hathaway, que había ganado un Oscar por Los miserables recientemente. Un cantante contralto nuestro, Jesús García, le cantó a ella una canción. La invitamos a subir al escenario y no pudo ser más simpática. Se animó también con Your song, bromeamos con su pareja… Sencilla, preciosa, amable y participativa. Nada diva. El recuerdo es maravilloso. Además de los que has dicho, han estado Schwarzenegger, Paul McCartney, Johnny Depp, Shakira, Cristiano, Messi, Rafa Nadal es habitual, corredores de moto… Muchísima gente. Es un punto casi obligado para mucha gente que acude a Ibiza.

Este año, otro famoso de talla internacional se suma a vuestra fiesta: el actor Idris Elba ejercerá de DJ en quince sesiones.

Así es y su set a mí me encanta: funky muy bailable, con un saxofonista y una percusionistas que le dan mucho color a la noche de los domingos.

No sé si es leyenda urbana pero creo que reservar mesa para cualquier fin de semana de este verano es ya imposible. ¿Es así?

Mmm… Así es, pero esto tiene un lado negativa: si cuelgas el cartel de entradas agotadas, la gente deja de comprobar si lo están. Estamos llenos de reservas pero siempre se anula alguna, así que puede ocurrir que llames un viernes a las 20 h. y consigas una mesa. Es anecdótico pero no imposible.

¿Y sobre el espectáculo de Destino Ibiza y la fiesta Flower Power de Pachá?

Este año hemos cambiado el espectáculo y tenemos cantantes que acompañan la noche tranquila y agradable; invita más al relax. Para noches movidas tienes el hotel Pachá con la discoteca delante. Se ha renovado la discoteca, su decoración y mantenemos aquella llamada hippy de ‘haz el amor y no la guerra’ de una época maravillosa, en que la música era muy reivindicativa.

La paz y el amor son muy asequibles. De hecho, son gratis. Esto me lleva a que la Ibiza de hoy se parece muy poco a la de los 70 80, e incluso la de los 90. Hoy se apuesta por un turismo de altísima capacidad adquisitiva. Todo es muy caro. ¿Crees que la leyenda de Ibiza agoniza mientras la isla se convierte en un parque temático de millonarios?

Creo que no porque hay muchas ibizas. Sí que desde hace un año ha aumentado la Ibiza del lujo, del yate enorme en los puertos nuevos pero sigue habiendo una Ibiza más hippy, con sus mercadillos y sus playas nudistas. Continúa habiendo restaurantes de pueblo con su carta de siempre, los bares a pie de carretera… Hay mucha gente que viene a reventar en una semana pero otros prefieren microhoteles rurales y dedicados al yoga, al descanso y a la salud. Pero en las revistas solo sale la Ibiza más dada al sensacionalismo. Por suerte, hay más ibizas.