Las ‘rajadas’ de Carmen Gahona que han dinamitado ‘Sálvame’
El clan Pantoja la demanda
La mujer de Chiquetete ha puesto el programa patas arriba por culpa de un teléfono mal colgado
Para que Belén Esteban tenga que mediar en una discusión es que la cosa se ha puesto no chunga, sino lo siguiente. Para hacer una analogía deportiva, es como si Luis Suárez o Sergio Ramos intentasen calmar los ánimos de un contrincante. Si hemos llegado a este nivel es que no solo han saltado todas las alarmas antiincendio, sino que los bomberos ya están de camino. Lo digo porque es posible, queridos dummies, que esta semana escuchéis o veáis escrito más de lo que debería imperar en la lógica emocional, el nombre de Carmen Gahona, la mujer de Chiquetete que ha logrado poner patas arriba el hervidero de Sálvame con solo una llamada mal colgada (vamos a creernos que eso no forma parte del show, sí, y que somos medio ignorantes).
El partido empezó a calentarse cuando una redactora del programa se puso en contacto con ella para verificar una información que aseguraba que Gahona tenía intención de poner a la venta la casa de su suegra, Manuela Pantoja, recientemente fallecida. Y cosas de la vida, ¡oh, sorpresa!, explica el programa que esta tuvo un descuido telefónico y no colgó bien, por lo que desde redacción no perdieron el tiempo y grabaron toda la rajada posterior al clan Pantoja. Bernardo Pantoja, Isabel Pantoja, Anabel Pantoja, la vivienda de la madre de Chiquetete, el hijo del cantante... Todos han sido objeto de sus críticas: “Vamos a dejar que hablen, que cuanto más hablen, mejor cotizados estamos”, soltaba la mujer.
Y aquí es cuando el árbitro ya no sabía donde ponerse y terminó por abandonar el partido antes de la tormenta que se avecinaba. Y es que entre las joyas de Gahona destacan frases como que Anabel Pantoja es “mala”, o sobre el padre de ésta, Bernardo, al que se refiere como “la coja”, y le dedicó estas desafortunadas palabras: “A ver si le cortan la otra pierna y tiene que arrastrarse por el suelo”. Estamos hablando de una ex concursante del reality Supervivientes , en 2015 (aunque tuvo que retirarse por problemas de salud), que en otra ocasión ya aseguró algo tan bonito y razonable como esto: “Si pudiera cogería del cuello a Raquel Bollo y la ahogaría”. Vale que era la ex de tu hombre Carmen, pero quizás nos pasamos un poquito de vueltas.
Tras la “pillada telefónica” la mujer de Chiquetete accedió a entrar en directo en el programa para dar su versión y, como os podéis imaginar, la cosa no se puede decir que mejorara. Tras asegurar que tenía la conciencia muy tranquila la tomó con la presentadora Paz Padilla de la que se hartó tras algunos comentarios jocosos que hacían referencia a su pronunciación pastosa al otro lado de la línea. Ahí va la artillería, retiren a las criaturas si andan cerca de su ordenador, la tablet o el móvil: “Paz Padilla, vete a tomar por culo. Chumbaria, tu puta madre. ¡Ningún humorista de España te quiere!”. Pim, pam, pum.
Con este percal, volvemos al inicio del artículo donde os explicaba que quien tuvo que hacer de mediadora fue Belén Esteban, mientras su compañero Kiko Hernández aseguraba que la familia Pantoja se planteaba tomar medidas legales, algo que más tarde confirmaba la propia Anabel Pantoja. Vaya, nada que no hayamos visto en otras ocasiones, porque la relación está clara que no es como la de Amaia y Alfred, y Gahona ya había hecho de las suyas en otros programas hermanos como el Sálvame Deluxe donde también acabó recibiendo la presentadora, en este caso Carlota Corredera.
No es de extrañar que los creadores de marrones de Sálvame decidieran invitar a plató a Anabel Pantoja para hacerle escuchar una y otra vez las palabras de Gahona sobre su padre. La joven tampoco se cortó a la hora de referirse a la mujer de Chiquetete, como “ese ser, porque persona no es”, y dar rienda suelta a la teoría que desde aquí defendemos: que la mujer sabía perfectamente que la estaban grabando y lo único que hacía es alimentar el fuego con más leña. Más tarde, Gahona aseguraba en otra llamada del programa que el día de la gran rajada estaba tendida en el sofá y que no se había enterado de nada, así que aquí paz y después guerra. O en su caso, aquí guerra, y después más guerra. Porque habrán más entregas en los próximos días, no tengáis ninguna duda.