Era 30 de mayo de 2013 cuando Vilma Graciela encontró el cadáver de Mario Biondo suspendido de una estantería metálica. La asistenta que trabajaba en el domicilio de la presentadora Raquel Sánchez Silva y su marido apenas podía entender lo que estaba viendo. Hoy, la familia de Mario es la que no entiende ni comparte las conclusiones de la justicia española, que fue un suicidio. Siguen clamando justicia y, pese al último revés judicial en su propio país, confían en que un día no lejano el verbo cambiarán en el último párrafo para decir que Mario fue asesinado.
Como los lectores recuerdan, el profesor Paolo Procaccianti, director del Instituto de Medicina Legal del Policlínico de Palermo y forense asignado al caso en Italia –allí continúa abierto el expediente– truncó la posibilidad de darle un giro a la única explicación oficial para la muerte del operador de cámara. Él mismo había concluido, tras la segunda autopsia del cuerpo, que Mario se había suicidado. O al menos, que en su muerte no intervinieron terceros. La familia viajó a España en varias ocasiones y su presión logró que las demandas de los fiscales italianos Geri Ferrara y Claudio Camilleri fuesen atendidas: ciertas fotografías, que no obraban en el expediente italiano, fueron adjuntadas al pliego de las testificales recogidas en Madrid a finales de enero. Sin embargo, Procaccianti no cambió su dictamen tras ser examinadas. “No fue una sorpresa, la verdad. Teníamos muy poca fe en que Procaccianti fuese a cambiar su informe”, explica a este diario desde Italia la madre de Biondo. “De hecho, ni se refiere a ellas en su segundo informe. Procaccianti nunca da marcha atrás. Confirmó el suicidio de Roberto Calvi , el ‘banquero de Dios’, cuando la fiscalía concluyó que fue un asesinato. El porqué en nuestro caso no ha querido cambiar sus conclusiones, me lo reservo”.
Inasequible al desaliento, la familia de Mario ha convocado para esta noche, tercer aniversario de su muerte, una vigilia en memoria del joven a las 21 h. y que podrá verse en ‘streaming’ desde el perfil familiar abierto en Facebook Una concentración de personas se reunirá de nuevo en la plaza Politeama de Palermo para continuar clamando justicia. Creen que el caso no debe cerrarse y cuentan con una baza de importancia extraordinaria, asegura Santina D’Alessandro, madre de Mario: “Dos nuevos peritos se han sumado a los informes elaborados por los doctores Giuseppe Iuvara y Livio Milone; ambos creen que la instrucción realizada en España fue torpe y negligente y no dudan de que mi hijo fue asesinado. Tampoco la criminóloga Roberta Bruzzone, que analizó sus últimas horas y cree lo mismo. Pues bien, uno de estos nuevos profesionales es un forense que apunta en la misma dirección, el asesinato. Pero lo importante es que también contamos con un profesor de reconocimiento internacional y docente en Investigaciones Especiales de Audio, Vídeo y Antropometría Forense que, tras analizar todo el material, también desde el punto de vista de las meras leyes de la física, vuelve a insistir en que Mario fue asesinado. Presentaremos este nuevo informe ante la fiscalía de Palermo. Mi hijo fue asesinado y no pararemos hasta demostrarlo”.