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Ofrenda de sangre al dios del Titicaca

Los arqueólogos encuentran una caja de piedra inca intacta en el fondo del lago vinculada a los sacrificios humanos

Laisla del Sol, lugar central de la cultura inca, es la más grande del lago Titicaca. El lugar albergaba un templo dedicado al dios Intique a medida que el Imperio fue expandiéndose por los Andes, durante los siglos XV y XVI, se convirtió en un importante centro de peregrinación. Los que allí acudían mostraban sus respetos a la deidad con una ofrenda submarina, unas cajas de piedra que contenían figuras en miniatura de oro, plata y concha. Muchas de las que se habían encontrado hasta ahora estaban vacías. Pero una de las últimas descubiertas aún contenía objetos que han sorprendido a los investigadores por su vínculo con los sacrificios humanos rituales.

El recipiente en cuestión se encontraba cerca de la costa noreste del lago, donde fue depositada hace más de 500 años, según detallan los especialistas de las universidades de Oxford, Penn State y Bruselas enla revista Antiquity .
Las ofrendas subacuáticas ya habían sido mencionadas en los registros españoles del siglo XVI. Esos documentos explicaron algunas de las prácticas incas realizadas en ese emplazamiento, que incluían colocar artículos de sacrificio, como la sangre de niños o animales.

Antiquity / Teddy Seguin

La caja guardaba en su interior una pulsera de oro y una llama hecha de concha o alpaca

Ninguna se encontró hasta 1977. Y, cuando aparecieron las primeras, los arqueólogos rápidamente se dieron cuenta de que todas habían sido saqueadas o dañadas. La caja intacta estudiada ahora, en cuyo interior guardaba una pulsera de oro en miniatura –que podría ser una chipana , un brazalete usado por los nobles incas– y una llama de concha o alpaca, confirmaría que el Titicaca era un lugar venerado y sugiere que los incas realizaron allí sacrificios humanos.

Los investigadores explican que este tipo de obsequios también se encuentra en los Andes, donde se asocian con rituales para apaciguar a las deidades. “El patrimonio submarino del lago todavía tiene muchas sorpresas que revelar”, aseguran los expertos, conscientes de que apenas se ha empezado a rascar la superficie de todos los secretos que esconde el lugar. Esta ofrenda apareció cubierta de sedimentos en el arrecife que rodea laisla K’ayaka , lo que lleva a los arqueólogos a pensar que la práctica estaba más extendida de lo esperado y que se llegaron a usar distintos lugares del Titicaca para ello.