Cristina Pedroche se esculpe en oro

El colofón final de las campanadas en Antena 3 terminó como cada año con una gran revelación: el vestido de Cristina Pedroche. Escondido, como ya es tradición, bajo una capa de satén negra, la prenda no salió a la luz hasta dar las 12. Este año la vallecana ha sorprendido al vestir una escultura hecha con pan de oro firmada por el artista madrileño Jacinto de Manuel. Un traje que se presenta como una obra de arte en sí misma y que ha necesitado para su confección más de 650 horas de trabajo.

“Se basa en ver lo bello en lo imperfecto, y al dotar a esa imperfección de oro no sólo se arregla el objeto, sino que se consigue ir un paso más allá, creando algo nuevo y más poderoso”, explica el escultor, que señala además la importante carga mitológica que encierra el vestido. El dorado en referencia a la manzana de la discordia de la diosa Eris y el esculpido en homenaje al arte japonés Kintsugi de arreglar objetos dañados con oro. El resultado es una armadura que, de cuello a muslos, cubre y perfila el cuerpo de la presentadora. La escultura se completó con una falda atada extrañamente al cuello por delante y por detrás. Pedroche ya avisó con antelación, el público se iba a “quedar de piedra”. Tanto si gusta como si no, el vestido cumple su cometido. Llamar la atención y superar el del año anterior.

“Con esta escultura me siento invencible e imparable; más poderosa que nunca”, explica Pedroche

“Con esta escultura me siento invencible e imparable. Más poderosa que nunca”, explicó Pedroche tras dar la bienvenida al año nuevo. Y es que tal y como ya avanzó en varias entrevistas, el vestido buscaba esculpir a una mujer fuerte, de estilo futurista pero con referencias al pasado. Una Xena del siglo XXI para cerrar un final de década marcado por el movimiento feminista y del que Pedroche se erige, aunque muchos lo ponen en duda, como fiel defensora. Precisamente a esta causa, y a la de la lucha contra el cambio climático, le dedicó sus deseos para el 2020.

“Me gustaría que nos ocupemos de la urgencia medioambiental, no hay excusas para no reciclar. También quiero volver a alzar mi voz contra la violencia de género”, sentenció, no sin antes recordar a todas las víctimas de la violencia machista que ha dejado el 2019.

La confección de la estructura de oro y la cola de satén llevó al escultor más de 650 horas de trabajo

Una vez terminado el programa especial de las campanadas, la presentadora salió al balcón con su marido Dabiz Muñoz para saludar a los miles de congregados en la Puerta del Sol. El chef demostró una vez más su amor y apoyo incondicional al darle un beso de película. Como si se tratara del hocico de El Porcellino de Florencia, Muñoz le acarició el seno esculpido en oro, tal vez para asegurar el tiro y la plaza de su mujer en las campanadas del año que viene. Un espectáculo digno de Pedroche y su fiel compañero, quien siempre se enfunda el vestido que la presentadora lució el año anterior para aportar así su granito de arena a este teatro televisivo.

Y es que al final vaya disfrazada, en ropa interior o desnuda, Pedroche se ha convertido en sinónimo, como lo son las uvas o la ropa interior roja, de tradición española para despedir el año.