La demócrata que ayudó a ganar a Trump brittany kaiser
Si ha visto el documental de Netflix El gran hackeo , reconocerá a su principal protagonista, Brittany Kaiser, una consultora política norteamericana de 33 años que pasó del idealismo progresista a trabajar para el lado oscuro , de colaborar en la campaña de Barack Obama a verse metida en una trama en la que la privacidad es una mercancía y la democracia un concepto líquido maleable para beneficio de unos pocos.
La sensación que deja el documental en el espectador es aterradora: unas empresas comercian con multitud de datos nuestros y son capaces de utilizar técnicas de psicología conductiva para lograr cosas como dirigir nuestro voto. El nuevo libro de Brittany Kaiser es todavía mucho más escalofriante, porque introduce al lector con detalles en las frías y cínicas reuniones de trabajo en las que se deciden cómo vamos a ser manipulados, como sujetos sometidos a la voluntad de otros.
“Podían aislar a individuos y hacerles pensar, votar y actuar diferente a como lo habían hecho antes”
El título del libro de Kaiser en castellano es La dictadura de los datos (HarperCollins Ibérica) y el subtítulo lo explica todo: “la verdadera historia desde dentro de Cambridge Analytica y de cómo el Big Data, Trump y Facebook rompieron la democracia y cómo puede volver a pasar”.
Nacida en Houston (Texas) y criada en Chicago (Illinois) en el seno de una familia acomodada, Brittany Kaiser lo tuvo todo fácil en sus inicios. Estudió en colegios de excelencia y en universidades como la de Edimburgo, Hong Kong y Londres.
A principios del 2014, mientras buscaba trabajo como consultora política, con experiencia en el equipo de comunicación de la campaña de Obama del 2007 y en la organización del Partido Demócrata en el exterior, Kaiser conoció a Alexander Nix, consejero delegado de Cambridge Analytica, empresa que formaba parte de la matriz Strategic Communication Laboratories (SCL).
Nix acabó por revelar a Kaiser una nueva dimensión en la utilización de los datos para la comunicación política. Cada nuevo detalle que aparece en La dictadura de los datos sobre esta inmoral forma de influencia en la conducta de los ciudadanos es un mazazo en la conciencia del lector.
Un ejemplo: “Las inmensas bases de datos de la empresa poseían entre dos mil y cinco mil puntos de datos individuales (porciones de información personal) sobre cada individuo de Estados Unidos con más de dieciocho años de edad. Eso ascendía a unos doscientos cuarenta millones de personas”.
¿Qué hacían con todo eso? En primer lugar, clasificar a las personas por sus rasgos de carácter, algo que perfilaban gracias a todos esos datos combinados, que procedían de diversas fuentes.
Según Kaiser, Cambridge Analytica “podía aislar a individuos y, literalmente, hacerles pensar, votar y actuar de manera diferente a la que lo habían hecho antes”. Nix ya explicaba dos años antes de la victoria de Trump que su empresa “iba a ganar las elecciones en Estados Unidos”. Se trataba de “utilizar la información personal de los ciudadanos para influir sobre ellos y, por tanto, cambiar las economías y los sistemas políticos de todo el mundo”. Dicho así, se entiende a la perfección el título del libro.
Los datos procedían de cualquier fuente que Cambridge Analytica pudiera pagar, desde agencias de viajes a supermercados. Pero la estrella era Facebook, donde, por ejemplo, mediante una aplicación obtenían el consentimiento de usuarios para ceder los datos de sus amigos, algo que vulnera cualquier legislación de protección de datos.
A cada individuo se le otorgaban unas complejas puntuaciones llamadas OCEAN con las que se determinaba su personalidad. O significa abierto ( open , en inglés); C, concienzudo; E, extravertido; A, afable; y N, neurótico. Según los valores de cada una de esas categorías de cada individuo, se decidían los mensajes que podían influir en su conducta.
En marzo del 2018, una información en The Guardian , The Observer y The New York Times descubrió que Cambridge Analytica obtuvo datos de 50 millones de usuarios de Facebook de forma indebida y los utilizó para crear anuncios políticos. Había estallado el escándalo. Una rueda que hizo a Brittany Kaiser saltar de un carro en el que se sentía mal.
El libro de Kaiser es un detallado recorrido por reuniones a las que asistió y los métodos que se emplearon en dos asuntos claves de nuestro tiempo: el referéndum del Brexit y la campaña de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en el 2016, en la que el hoy presidente que dio la vuelta a los pronósticos después de ponerse en manos de la psicología conductiva de los expertos de Cambridge Analytica.
Brittany Kaiser dedica el epílogo del libro a redimirse. El año pasado creó una fundación, Own Your Data (sé dueño de tus datos), y ahora se dedica a concienciar al mundo sobre cómo nuestra información puede caer en manos equivocadas.