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Sofía Vergara, ‘demandada’ por sus propios embriones

La actriz lleva dos años de litigio con su exnovio por la custodia de dos óvulos fecundados

¿Pueden dos embriones demandar a su madre? La actriz colombiana Sofía Vergara y su antiguo novio, el empresario estadounidense Nick Loeb, libran desde hace dos años una rocambolesca batalla judicial a cuenta de dos embriones femeninos que fecundaron durante su noviazgo y de los que Loeb reclama la propiedad para que sean implantados en una madre subrogada. En su intento por ganar la batalla legal ambas partes han recrudecido sus estrategias, pero la última jugada del exnovio de Vergara, empeñado en ser padre a toda costa, ha sido utilizar a los propios embriones como punta de lanza: Emma e Isabella –sus nombres– figuran como demandantes en un escrito contra la actriz presentado ante un tribunal de Luisiana, en el que se afirma que al no habérseles permitido nacer han sido privadas de recibir un fideicomiso acordado que se creó para ellas en Luisiana –un estado provida– con el objetivo de costear su educación y sus cuidados médicos, publicó ayer el New York Post.

Sofía Vergara y Nick Loeb, en el 2014, cuando eran pareja

Getty

Los dos embriones –que permanecen congelados en una clínica de Beverly Hills a la espera de que la pareja decida qué hacer con ellos– fueron creados en el 2013 a través de la fertilización in vitro de dos óvulos de Vergara fecundados con el esperma de Loeb. La intención de la pareja era buscar una madre de alquiler que los gestara (previamente la implantación de otros embriones había fallado) para así tener sus propios hijos. Pero el plan se truncó a mediados del 2014, cuando rompieron su relación.

La pareja había firmado un acuerdo en el que se estipulaba que los embriones serían destruidos con el visto bueno de ambos o en caso de fallecimiento de uno o los dos. No estaba previsto qué sucedería en caso de ruptura, pero sí se indicaba que ambas partes tenían que estar de acuerdo para implantar los embriones en una donante. Vergara, que se casó el año pasado, ha expresado su voluntad de dejar los embriones “congelados indefinidamente”, ya que no se siente con la fuerza y la motivación necesaria para tener hijos con su exnovio.