Durante tres intensos días, una delegación del Ayuntamiento de Mataró ha visitado la ciudad italiana de Prato con el objetivo de explorar oportunidades de colaboración en el ámbito de la economía circular y compartir experiencias en proyectos vinculados a la sostenibilidad, en especial en el sector textil. Esta misión se enmarca dentro de la estrategia “Mataró Circular 2030”, alineada con los principios de la Agenda Urbana 2030.
Prato, en la Toscana, es una ciudad es mundialmente conocida por su districto textil, donde las técnicas de reciclaje han convertido a la ciudad en un referente industrial y de innovación en Italia. Con una red de aproximadamente 7.000 empresas en el sector textil, Prato combina tradiciones centenarias con tecnologías modernas para reducir su impacto ambiental y fomentar la reutilización de materiales. De esta manera, la ciudad está alineada con los principios de la economía circular, por lo que ofrece una visión de “impacto cero” para el medio ambiente, lo que mejora tanto la sostenibilidad empresarial como la calidad de vida de sus ciudadanos.
Mataró y Prato son ciudades parecidas a nivel de habitantes y actividad económica, y comparten objetivos en temas de circularidad, regeneración urbana y renaturalización de espacios. Este contexto hace que ambas ciudades puedan convertirse en socios ideales para intercambiar conocimientos y estrategias.
Una agenda centrada en la circularidad
Para explorar esta posible colaboración, el pasado mes de noviembre viajó hasta Prato una delegación de Mataró, liderada por el concejal de Bon Govern, Bona Gestió i Estratègia de Futur, Miquel Àngel Vadell, El programa incluyó visitas de iniciativas de regeneración urbana y proyectos relacionados con políticas alimentarias sostenibles. Estas actividades permitieron un intercambio de experiencias y conocimientos entre representes de los ayuntamientos de Prato y Mataró
La delegación, en la que también formaron parte diversas empresas de Mataró, también visitó la Cámara de Comercio de Prato, la Universidad PIN-ARCO y la planta de tratamiento de agua GIDA, además de encuentros con consorcios y empresas dedicadas al sector del textil y la economía circular.
Durante su estancia en Prato, Mataró presentó su “Oficina de Oportunidades”, una iniciativa destinada a atraer inversión y posicionar la ciudad como un referente en economía circular. La estrategia “Mataró Circular 2030” fue uno de los puntos destacados, junto con la Cátedra de Economía Circular del TecnoCampus y el plan de apoyo al emprendimiento y las empresas.
Otros de los proyectos que se presentaron en Italia incluyeron la Cooperatèxtil 4.0, Una estrategia de circularidad para los polígonos industriales; el Parc Circular de Mataró-Maresme, un espacio dedicado a fomentar la economía circular en la comarca; el Espacio Agrario Cinc Sènies, centrado en la preservación y promoción de la agricultura local; y la campaña “Collits a casa”, que promueve el consumo de productos de proximidad y de kilómetro cero.
Participación empresarial
La delegación mataronense contó con la participación de diversas empresas comprometidas con la circularidad, como Coleo, CESC-IT y UTE TEM Mataró. Estas empresas compartieron su experiencia en proyectos innovadores que integran tecnología y sostenibilidad, demostrando cómo el sector privado puede desempeñar un papel fundamental en la transición hacia una economía circular.
Nicola Mostallino, Project manager digital de la empresa CESC-IT, destaca la experiencia como muy positiva. “Fue increíble. Nos permitió darnos a conocer en Italia, pero también conocer otras modalidades para impulsar la sostenibilidad y la circularidad”, explica Mostallino. CESC-IT, del ecosistema TecnoCampus, es una empresa que desarrolla software para digitalitzar procesos en empresas de diferentes sectores, incluidas muchas del sector textil.
“Este sector es uno de los que más contamina y donde menos se recicla”, explica Mostallino, que señala las experiencias que han visto en Prato como oportunidades muy interesantes para avanzar en la sostenibilidad en el sector. Así, pone como ejemplo el proceso de reciclaje y recuperación de la lana que se lleva a cabo en Prato, mediante una interesante combinación de tradición y modernidad. “Creemos que se pueden digitalizar parte de los procesos de reciclaje para analizar su impacto”, añade Mostallino.
Lee tambiénLas empresas catalanas muestran una alta concienciación sobre la economía circular
