Groots, plantas que se comen y que también decoran
Emprendedores
La empresa desarrolla una solución para el cultivo sin tierra en espacios interiores
Cuatro amigos de la escuela, descontentos con sus respectivos trabajos, se propusieron encontrar un método que mejorase el cultivo hidropónico de plantas, aquel que se realiza sin tierra. Estuvieron ocho meses investigando hasta que encontraron la fórmula del éxito: un sistema de cultivo en torres modulares con unos tubos negros por donde circulan el agua y los nutrientes.
“Está pensado para zonas urbanas, es hasta 40 veces más productivo que la agricultura tradicional, no requiere pesticidas ni otros productos químicos y utiliza un 90% menos de agua”, asegura Carlos Gómez, cofundador de Groots junto a Joaquim Bas, Alessandro Calcagno y Albert Gombau.
Clientes
Restaurantes, escuelas y administración, interesados en el producto
Empezaron vendiendo plantas aromáticas y verduras a restaurantes de Barcelona, en abril de este año. “Un producto de proximidad, saludable y de primera calidad”, señala Bas. Como resultado del éxito conseguido y de la fuerte demanda, la planta piloto que tienen en Ripollet (Vallès Occidental) se les ha quedado pequeña.
“Estamos construyendo una nueva granja en Barberà del Vallès de 400 m2 y con capacidad para 35.000 plantas”, explica el emprendedor. En las nuevas instalaciones, cultivarán plantas aromáticas, flores comestibles y verduras. Por otro lado, Bas destaca que al cultivar en espacios interiores, “no dependemos de las estaciones, lo que nos permite suministrar producto todo el año con la misma calidad”.
Groots comercializa también el sistema de cultivo, que los restaurantes utilizan a modo de decoración. También se han interesado por el sistema entidades como el Institut Municipal de Persones amb Discapacitats (Ayuntamiento de Barcelona), para quien han instalado huertos urbanos en varios tejados de edificios, y algunas escuelas de titularidad municipal.
La start-up ha requerido hasta la fecha una inversión de 40.000 euros procedentes de recursos propios y un crédito Enisa de 64.000 euros. Los emprendedores han contado con la ayuda de la red Netmentora, y la empresa ha sido acelerada por el centro de emprendimiento IQS Tech Factory.