La Comisión Europea ha aprobado un “escudo” para proteger la industria del acero y del aluminio después de que Estados Unidos haya decidido gravar con aranceles del 25% las importaciones de estos productos. Las nuevas medidas comunitarias incluyen una ampliación indefinida de las salvaguardas de protección frente a los productos extracomunitarios, energía más barata para la siderurgia y ayudas a planes específicos.
La primera reacción de la UE al anuncio de la Administración Trump consistió en plantear aranceles por 26.000 millones para productos estadounidenses. Sin embargo, ahora llegan medidas adicionales porque las nuevas barreras comerciales en Estados Unidos tienen otras derivadas: dejan cerca de 18 millones de toneladas --lo que importa el país al año-- envueltas en incertidumbre, y Bruselas teme que productores de acero y aluminio como China o Vietnam se lancen ahora al mercado europeo para volcar su producción.
“La sobrecapacidad global es una seria amenaza para la rentabilidad y la competitividad de este sector”, afirma la Comisión. “La UE ya ha actuado con medidas de defensa comercial contra la competición desleal en el acero, aluminio y ferroaleaciones, pero la situación sigue empeorando”.
Antes de que concluya el año, la Comisión propondrá medidas a largo plazo para prolongar las conocidas como salvaguardas del sector, que expiran a mediados del 2026, y ampliarlas al aluminio. Este mecanismo fija cuotas para el acero, que se convierten en aranceles cuando se superan ciertos volúmenes. La intención es empezar a ajustar el nuevo mecanismo a partir del 1 de abril.
La medida vendrá acompañada de una propuesta legislativa en el tercer trimestre del año. El objetivo, afirma la Comisión, es proteger cerca de 500 fábricas en 22 países que aportan cerca del 80.000 millones de euros al PIB y generan 2,6 millones de empleos.
“Damos una señal fuerte de que trabajamos para la competitividad de este sector”, ha asegurado el vicepresidente ejecutivo de Prosperidad y Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné, en la rueda de prensa para presentar las medidas.
“La Comisión está preparada para usar los instrumentos de defensa comercial y lanzar una investigación sobre la salvaguarda acerca del sector del aluminio de forma inmediata”, afirma.
Ayudas, financiación, PPA energéticos y ajustes en frontera
Hay otras medidas que se incorporarán a través de la futura Industrial Decarbonisation Accelerator Act. Habrá ayudas por 750 millones en diferentes programas y financiación por cerca de 1.000 millones de euros para proyectos industriales.
El objetivo de abaratar el precio la energía se perseguirá a través del impulso a los acuerdos para la compra de electricidad a largo plazo (PPA) y de una recomendación a los países de la UE para que reduzcan las tarifas de acceso y den flexibilidad en los impuestos energéticos a las industrias. También se acelerarán los permisos de acceso a la red eléctrica para las industrias.
Se endurecerán además las medidas para evitar la fuga de carbono, esto es, para impedir que los países donde no se respetan los estándares ambientales europeos aprovechen para vender producir a menor coste. Se reforzarán los mecanismos de ajuste en frontera, para lo que la Comisión prepara una comunicación que será presentada en el segundo trimestre.
También se revisarán los mecanismos de ajuste en frontera con una propuesta legislativa que se presentará a finales del 2025 en la que se extenderá su alcance también a productos elaborados.