Pparece que no verá la luz La séptima TV, nombre, con mensaje subliminal, más allá de la Sexta, elegido para su proyecto televisivo por los socios y directivos de Prisa, con apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez, decapitados esta semana por el principal accionista del grupo (29,9%) y presidente, Joseph Oughourlian, radicalmente contrario. A su juicio, la empresa debe centrarse en los medios que ya tiene, la Ser o El País, reducir su muy abultada deuda, 750 millones netos y olvidarse de costosas aventuras.
El choque ha generado una grave crisis en Prisa que desborda el marco español. Oughourlian se formó en Wall Street y allí creó hace más de veinte años el fondo activista Ambar y captó a sus inversores. A través de esta controla Prisa. Un vínculo con EE.UU. a tener en cuenta en el actual momento de un Donald Trump poco amigo de gobiernos como el español. Oughourlian también mantiene un contencioso con el ejecutivo en Indra, la firma de defensa.
El empresario de origen armenio y nacionalidad francesa entró en Prisa a finales del 2014, cuando las acciones cotizaban a más de 4 euros; en la actualidad se venden a 37 céntimos. 400 millones que una década después valen poco más de 100. No será fácil encontrar inversores para recomprarle el paquete.
En la batalla se enfrentan dos bloques. Por un lado, Oughourlian, apoyado por el grupo francés Vivendi, propiedad del ultraconservador Vincent Bolloré, que en conjunto poseen el 41% del capital. Porcentaje que habría sido mucho mayor si el gobierno de Sánchezno hubiera bloqueado el intento del editor francés de llegar también al 29,9%, lo que habría dado a los dos aliados una amplia mayoría. El argumento del Gobierno: considera a Prisa estratégico y no puede quedar en manos de inversores exteriores.
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Joseph Oughourlian y Jaume Collboni
El otro bando en esta batalla económica y política es un grupo de ejecutivos, encabezados por José Manuel Contreras y accionistas próximos al gobierno, que poseen hasta un 18%; entre ellos Ángel Escribano, recién nombrado presidente de Indra.
En este duelo por alcanzar la mayoría de control serán claves otros dos accionistas. El Santander de Ana Botín, que suma paquetes pignorados de otros socios, hasta el 16% y que ya se enfrentó a Oughourlian, cuando la primera colocó a Javier Mozón, de manera efímera, en la presidencia del grupo mediático. Y el magnate mexicano Carlos Slim (7%), propietario de FCC y Metrovacesa y socio en su país de La Caixa, de que cuyo patronato formó parte durante años. Aunque su relación más conocida en España es con el expresidente socialista Felipe González, crítico acérrimo de Pedro Sánchez.
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El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, prepara un giro en la política de captación de inversión exterior para la ciudad para unificar sus movimientos. El paraguas sería la ya existente Barcelona investment office. que ampliará su radio de acción, sus funciones y su ambición. El proyecto que impulsa el teniente de alcalde Jordi Valls, responsable de Economía, hacienda, promoción económica y turismo, busca asimismo recuperar el papel de la Cambra. Esta compatibiliza su naturaleza de corporación de derecho público con la representación de las empresas privadas de la capital catalana. Su presidente es Josep Santacreu.
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Jaume Collboni
En términos políticos, la visión desde la alcaldía es que la Cambra era una institución clave de la economía catalana, por su impulso a proyectos de interés general, que perdió fuelle durante el procés y que ahora, en un nuevo marco de estabilidad, debería recuperar su presencia y su activismo en el ámbito de la promoción de Barcelona y su zona metropolitana. La entidad tiene responsabilidades de diferente orden en instituciones como la Fira, el Port, Turisme de Barcelona o el comité de rutas aéreas e incluso La Caixa, donde nombra un consejero. En el caso de la Fira, ostenta la potestad de proponer a su presidente, actualmente Pau Relat, aunque necesita la aprobación de la Generalitat y el ayuntamiento de Barcelona.
El nuevo esquema centralizará las aportaciones públicas. Se estructuraría a partir de un Consell general, que presidirá Collboni y en el que también participarán la Generalitat, el Área metropolitana, la Diputación, la Fira, el Port, la Zona Franca y del ámbito privado, pero que también recibe subvenciones del consistorio, BCN Global, que preside Ramon Agenjo. y que opera en este ámbito a través de BCN Partners. Del Consell general dependerá un comité de captación de inversiones que presidiría la Cambra y una secretaría técnica que se encargaría del día a día.