AstraZeneca, la última pieza del ‘hub’ biomédico

Catalunya se mueve

El aterrizaje del nuevo centro de innovación de la multinacional consolida Barcelona como capital europea de la industria farmacéutica y sanitaria

Foto exterior Edifici Estel, Avinguda de Roma, 81. El inmueble acogerá a partir de ahora el nuevo hub de innovación global de la compañía AstraZeneca.

Reconversión.La antigua sede de Telefónica en Barcelona renacerá como un edificio de oficinas con más de 50.000 metros cuadrados de superficie

Xavi Jurio

AstraZeneca, la quinta mayor farmacéutica del mundo por volumen de facturación, trasladará su Global Hub al edificio Estel en Barcelona, la antigua sede de Telefónica, a finales de año. El aterrizaje de este centro de innovación es la última pieza que consolida el hub de las ciencias de la salud de la capital catalana como uno de los más relevantes de Europa. Esta industria representa el 4,1% del PIB de la comunidad y generó más de 75.000 empleos de alto valor añadido, según el informe de Biocat, el ente público-privado que promueve el sector, de 2024.

La multinacional británica tiene previsto invertir hasta 1.300 millones de euros en su centro de I+D hasta el 2027 y crear un equipo de 2.000 trabajadores. El centro, que actualmente ocupa unas oficinas en la Diagonal, cuenta ya con más de 244 proyectos de investigación global y 154 estudios clínicos en marcha en el Hub.

La farmacéutica británica invierte 1.300 millones en la apertura de su Global Hub

“En menos de dos años hemos contratado 1.170 empleos altamente cualificados en Barcelona, y esperamos alcanzar el objetivo de plantilla para finales del 2025, cuando nos trasladaremos a la nueva sede”, explica la  directora de asuntos públicos y acceso de mercado de AstraZeneca en Espanya, Marta Moreno. El crecimiento ha superado las expectativas. Cuando se anunció la creación del AstraZeneca Global Hub en marzo del 2023, la previsión era llegar a 1.000 empleados en cinco años.

El AstraZeneca Global Hub, que ocupará 25.000 metros cuadrados del emblemático edificio, tiene el objetivo de acelerar el desarrollo de una nueva generación de trata­mientos en las principales áreas terapéuticas: oncología, enferme­dades raras, cardiovascular, renal y metabolismo, respiratorio e in­munología y vacunas e inmuno­terapias. “Instalarnos en el edificio Estel no solo nos proporcionará un espacio eficiente y sostenible, sino que también fortalecerá nuestra relación con el ecosistema científico y tecnológico y contribuirá a pro­mover el desarrollo económico y social de la región”, afirma Moreno.

Más allá de AstraZeneca, en los últimos meses varios anuncios han confirmado el buen estado de salud de Barcelona como polo tractor de la industria. Qiagen, multinacional especializada en diagnóstico, abrió su centro de innovación mundial en enfermedades infecciosas a la antigua fábrica Braun de Esplugues, reconvertida ahora por la promotora Conren Tramway en oficinas para farmacéuticas. Por su parte, el fondo inmobiliario Stoneshield, junto con su operadora Deeplabs, ha abierto un campus de oficinas y laboratorios para empresas científicas en el municipio.

La ubicación de estos dos proyectos no es casual. La industria farmacéutica y sanitaria está virando hacia el suroeste de Barcelona porque el hospital Clínic tiene previsto trasladarse a las pistas deportivas que la Universitat de Barcelona (UB) tiene junto a la avenida Diagonal, en la frontera de la capital entre Esplugues y L’Hospitalet. Alrededor de esta zona se encuentran varias empresas del sector como Bayer, Almirall, Reig Jofre, Galenicum o Salvat, instituciones como el Institut de Recerca Biomèdica (IRBB), el Parc Científic de Barcelona (PCB) o el hospital el Sant Joan de Déu.

Por otra parte, Barcelona cuenta con un ecosistema de startups biomédicas que han resistido bien a los años de sequía de financiación y ahora vuelven a captar capital, en ronda con inversores internacionales. En el 2024, el volumen ascendió a 347 millones, un 55% más.

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