Cautela o desacato, esta es la cuestión que la Reserva Federal (Fed) afrontó en su primera reunión bajo el nuevo gobierno en Estados Unidos. Ganó la cautela, aunque se atisba la tormenta habitual por hacer caso omiso a la voluntad del presidente Trump, que pidió más recortes ya de los tipos de interés.
Pero la Fed los mantuvo tal como estaban, entre el 4,25-4,50%, después de tres recortes consecutivos en otras tantas reuniones que supusieron un tijeretazo de un punto porcentual. La decisión fue por unanimidad y queda claro que los gobernadores adoptan una postura de “esperar a ver” qué sucede con la inflación en este ciclo administrativo.
“No necesitamos correr para ajustar la postura de nuestra políticas”, sostuvo Jerome Powel, presidente de la Fed, en la rueda de prensa posterior, respecto a un posible tijeretazo en marzo. Mientras el Dow Jones reaccionó negativamente, los inversores atisbaron un posible recorte en la reunión de mayo.
“Han fallado al tratar de controlar un problema que ellos mismos crearon, han hecho un trabajo horrible”, replicó Trump
Mantener los tipos podría ser algo de lo más normal, por el repunte de la inflación en las últimas semanas, pero en esta ocasión no lo es. El banco central estadounidense no solo mantuvo la prudencia frente a la incertidumbre por la política económica del recién estrenado ejecutivo, sino que desafió los designios de Trump.
El presidente había exigido que se rebajara de forma considerable el precio del dinero en búsqueda del efecto abaratamiento de la cesta de la compra, como prometió en campaña.
“No debo responder o hacer comentarios a lo que diga el presidente, no me corresponde, ni es apropiado. A nosotros nos toca hacer nuestro trabajo para alcanzar los objetivos y mantener la confianza”, replicó Powell cuando le recordaron que Trump exigió, en su discurso en remoto en Davos, que los tipos debían recortarse de inmediato.
Luego clarificó que “no he tenido contacto con el presidente Trump”. Y sorteó el comentario del líder republicano de que él bajaría la inflación reduciendo el precio de los combustibles.
Ya antes de tomar posesión de la Casa Blanca por segunda ocasión, Trump sugirió la idea de que Powell debía de presentar su dimisión para que él pudiera nombrar a alguien acorde a sus intereses. Powell, sin embargo, recordó que la Reserva Federal goza de independencia y replicó que pensaba agotar su mandato y que el mandatario republicano no podía echarle.
Tras conocer la decisión de la Fed, el presidente volvió a la carga: “Han fallado al tratar de controlar el problema de la inflación que ellos crearon. Como banco regulador han hecho un trabajo horrible”.
Sobre la reunión de dos días de la Fed flotó un asunto clave respecto a cómo el presidente estadounidense considera utilizar los aranceles en su segundo periodo. La pregunta era en qué medida cualquier aumento de precios alimentaría las expectativas de una mayor inflación.
Fue el asunto que dominó la comparecencia de Powell, que en todo momento trató de nadar y no perder la ropa. En tono filosófico, remarcó que “la incertidumbre está siempre con nosotros”. Si se compara con la época de la pandemia, la inquietud es “comparativamente normal”, recalcó.
Powell reconoció que el recelo por los aranceles puede hacer que algunos negocios paralicen sus inversiones
A pesar de la cautela, Powell reconoció que el recelo por los aranceles puede hacer que algunos negocios hagan marcha atrás en sus inversiones. Insistió en que todavía no han visto ninguna señal, pero existen pruebas de lo que ocurrió durante la guerra comercial que desató Trump durante su primera estancia en la Casa Blanca. Para compensar, añadió que “las cosas son algo diferentes” en términos de coyuntura económica, puesto que hay una buena perspectiva, si bien la inflación aún no está al nivel perseguido.
Así que lo que toca ahora es esperar para saber qué políticas implementará Trump y certificar los efectos antes de tomar una determinación por la Fed.
Tanto con los aranceles como con el posible impacto de las deportaciones de inmigrantes en el mercado laboral, Powell sostuvo que la Fed dispone “de una gama de posibilidades”.