En la firma de moda Mus&Bombon han hecho de la producción local su elemento diferenciador. Y aunque a veces tienen la sensación de que remar contracorriente es en exceso difícil, la apuesta está dando sus frutos.
“El cien por cien de nuestros tejidos y de la confección se producen en la península Ibérica, y el 80% de proveedores son catalanes”, destaca Borja Barbany, director general de la compañía. Trabajan con empresas de Igualada, Sabadell, Terrassa o Mataró que mantienen la industria textil en la zona, además de con productores de Toledo y Elche, sobre todo para los complementos. “Es complicado encontrar determinados materiales o especialistas en prendas como abrigos o plumones, pero seguimos confiando en la moda kilómetro cero”, sostiene el directivo.
La facturación aumenta un 5%, hasta los 9 millones, y sondean la entrada de un socio para acelerar el crecimiento
Con este principio, han logrado elevar ventas un 5% este 2024, hasta los 9 millones de euros. Su red comercial se compone de más de 700 puntos de venta y cinco tiendas propias en ubicaciones de alto valor, como el establecimiento del centro comercial L’Illa Diagonal, que acaban de reformar para adaptarlo a su nuevo concepto, o la recién inaugurada flagship de Rambla Catalunya. “Estuvimos valorando abrir en Madrid en lugar de en el centro de Barcelona, pero apareció la oportunidad de este local y no lo podíamos desaprovechar”, comenta Barbany.
Un retail premium, en ejes comerciales exclusivos y con un importante componente de clientes internacionales, forma parte de su estrategia de expansión.
El crecimiento de los últimos tiempos se ha apoyado en la venta internacional, que ya aporta alrededor de la mitad de la facturación. Países como Francia, Bélgica, Suiza o Canadá están entre sus principales mercados extranjeros, con especial impulso en la zona del Québec. “El cliente de estos países valora mucho la producción local, hemos encontrado un público afín”, sostiene el director general.
La firma se ha propuesto crecer a doble dígito este 2025, para lo que preparan mejoras en capacidad así como apoyo financiero. Los dos centros logísticos con los que trabajan se les han quedado pequeños y están inmersos en negociaciones para un cambio de ubicación que les permita unificar todo el proceso. En paralelo sondean el mercado para dar entrada a un socio que les acompañe en esta nueva etapa expansiva, “sin prisa y manteniendo nuestra apuesta por una moda consciente”, subraya Barbany, con colecciones “de fondo de armario, que perduran y con un público objetivo que va de los 18 a los 75 años”.